El Ayuntamiento de Barcelona será más exigente con las infracciones de los vehículos que circulan por el eje verde de Consell de Cent. La preocupación de la administración es en torno al exceso de velocidad de algunas bicicletas y patinetes y las infracciones de la carga y descarga de vehículos. Por eso, el consistorio ha reforzado la señalización con las normas de convivencia y funcionamiento del eje, y en las últimas semanas ha aumentado la presencia de la Guardia Urbana y de los agentes de convivencia, para informar a los usuarios de las normas. Así lo ha explicado en declaraciones a los medios el concejal del Eixample, Jordi Valls, que considera que a partir de ahora hace falta un proceso de sanción "más exigente". Señala que desde el Ayuntamiento quieren superar el debate "de la judicialización y la politización" de los ejes verdes e implementar acciones para mejorar el funcionamiento, algunas de las cuales ya están en marcha y otros que se harán progresivamente hasta el verano del 2025.
"El hecho es que el eje verde existe, está valorado y hay un cambio de metabolización importante", ha explicado sobre los cambios que implican en la práctica para vecinos, comercios y vehículos la transformación de Consell de Cent con los ejes verdes de Borrell, Rocafort, Enric Granados y Girona. Lo que quiere el Ayuntamiento, ha dicho, es generar "un nuevo ámbito de convivencia" a los ejes verdes después de haber analizado la funcionalidad y usos. De hecho, el trabajo conjunto hecho los últimos meses con 18 entidades del territorio, ha permitido hacer propuestas en ámbitos como la mejora del espacio público o la movilidad, entre otros.
Bicis, patinetes y la carga y descarga, en el punto de mira
Gracias a la instalación de un radar, han constatado que la velocidad media de los vehículos que circulaban por|para el eje de Consell de Cent era de 20 km/h y que el 81% de los vehículos eran vehículos no matriculados, mayoritariamente bicis, tanto convencionales como eléctricas, y vehículos de movilidad personal, como patinetes, que circulaban duplicando la velocidad permitida, que es de 10 km/h. Según el consistorio, lo que ahora corresponde es intensificar el control y las sanciones a la carga y descarga y, en el caso de bicis y patinetes, aquellas conductas que puedan afectar a la seguridad de los peatones, por ejemplo, si exceden la velocidad o pasan demasiado cerca de peatones.
La exigencia llega, sobre todo, después de un periodo en que se ha dado cierto margen de adaptación. En verano ya se inició una etapa de pedagogía y desde el 18 de septiembre y hasta finales de octubre ha desplegado un equipo de agentes de convivencia que explican las normas de circulación y convivencia. Por ejemplo, recuerdan a los vehículos de movilidad personal que tienen que ir a pie si hay mucha gente. En el caso de la carga y descarga, inciden que se haga en el lado mar, como indican las señales, y conciencian en comercios y vehículos de reparto. Con respecto a la señalización, desde esta semana ya son visibles las torretas informativas a las cuatro plazas del eje verde de Consell de Cent. Estas recuerdan a las bicis y los VMP, por ejemplo, que tienen que rodear la plaza y no cruzarla por el medio.
Más actuaciones en los próximos meses
El plan de mejora de los ejes verdes incluye también otras actuaciones, como a finales de octubre empezará la obra de ampliación y prolongación del paseo de la rambla de Catalunya en el cruce con Consell de Cent. Es una actuación puntual que tiene que mejorar la convivencia en este cruce, priorizando los espacios destinados a la circulación a pie por encima del tránsito rodado. En noviembre también se hará una actuación en otro punto, en este caso en uno de los ejes pacificados transversales. Se habilitará en los vehículos comerciales la posibilidad de continuar recto por la calle Girona para acceder al tramo entre Gran Vía y Diputación, un movimiento que actualmente está prohibido. También están previstas mejoras de señalización en el cruce con paseo de Gracia para garantizar una mejor convivencia de peatones, el carril de servicios y las bicicletas. Además, a partir del 2025 se prevé sustituir progresivamente las vallas que rodean los parterres por otras más robustas, con un coste total de 2 millones de euros, y hacer una campaña de inspección de terrazas y las fachadas de los locales para revisar las condiciones y los permisos.