Algunas partes de la supermanzana de Sant Antoni, en el distrito del Eixample de Barcelona, continúan instaladas en la provisionalidad inherente al concepto de urbanismo táctico, y por eso el Ayuntamiento se ha visto en la necesidad de lavar la cara a algunos de los tramos, que después de años en funcionamiento se habían convertido en una muestra del deterioro rápido de este tipo de actuaciones. Por eso, a la espera de un proyecto definitivo, estos días se han limpiado elementos del mobiliario urbano y se han repintado las señales de urbanismo táctico de las calzadas. Durante las últimas semanas se ha intervenido en bancos, semáforos, jardineras, farolas y papeleras, y actualmente se trabaja en el repintado de la calzada, donde hay la señalización horizontal y los juegos infantiles.

Las tareas de repintado demuestran la degradación del urbanismo táctico / Foto: Pau de la Calle
Uno de los espacios repintados ha sido el cruce de las calles Comte Borrell y Parlament / Foto: Pau de la Calle

Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona este miércoles, estas actuaciones de mantenimiento integral llegan cinco años después del inicio de la implantación de los tramos iniciales de la supermanzana de Sant Antoni, y considera que la actual situación de deterioro es "fruto del éxito que ha supuesto el uso intensivo por parte de la ciudadanía". En todo caso, el consistorio da como "validado el modelo y su uso", y por eso el Ayuntamiento encargará el proyecto estructural y definitivo para la parte táctica de la calle Borrell y para acabar las calles de Parlament y de Rocafort, defendiendo que la pacificación de estas calles "ha producido una mejora de la calidad del aire y el ruido y ha hecho disminuir el tráfico tanto en el interior de la supermanzana como en el conjunto del barrio, y las compras en los comercios de proximidad han sido más altas que en el resto de la ciudad".

Las actuaciones que se llevan a cabo forman parte del plan de mantenimiento integral, que incluye la recuperación y limpieza del mobiliario urbano estropeado y el repintado de la calzada. El objetivo ha sido poner al día los cerca de 24.000 m² de espacio público ganados para el uso de los peatones. Hay que recordar que en 2018, hace cinco años, se desarrolló la primera fase de implantación de la supermanzana de Sant Antoni, con la urbanización del entorno del Mercado del mismo nombre. A pesar de las críticas, en una segunda fase se amplió la supermanzana, por una parte, con actuaciones tácticas y de carácter estratégico en el cruce formado por la calle del Comte Borrell entre la calle de Manso y la avenida del Paral·lel, y también en la calle del Parlament entre la ronda de Sant Pau y la calle de Viladomat; y, de la otra, con la remodelación de carácter estructurante de las calles del Comte Borrell, entre la Gran Via de les Corts Catalanes y Floridablanca; y de Tamarit, entre Viladomat y Calàbria. La intención ahora es encargar el proyecto estructurante y definitivo para la parte táctica de la calle Borrell, para acabar las calles de Parlament y de Rocafort, y en este último caso, para dar continuidad a uno de los nuevos ejes verdes ahora en obras.

¿Qué tramos se pacificarán de forma definitiva?

El proyecto que encargará el Ayuntamiento prevé convertir en pacificación definitiva los tramos de supermanzana de Sant Antoni que, ahora mismo, están pacificados con urbanismo táctico. Son los siguientes:

  • Calle del Comte Borrell entre Manso y la avenida del Paral·lel.
  • Calle del Parlament entre Viladomat y la ronda de Sant Pau.
  • Pacificación supermanzana Sant Antoni
  • El eje verde de Rocafort se alargará hasta el Paral·lel