El Ayuntamiento de Barcelona precintó este jueves un local emblemático del ambiente gay de la ciudad, ubicado en el Eixample, a causa de un conflicto con respecto a la licencia y las actividades que en él se hacen. Se trata del Open Mind, un club social privado gay, orientado a fiestas de carácter sexual, que hace diecisiete años que está abierto en el número 130 de la calle de Aragón y que es muy conocido por el público que frecuenta los ambientes y fiestas de cruising y fetish.

El cierre lo ha anunciado en sus redes sociales el mismo club, aclarando que se trata de un cierre temporal por 60 días: "Después de 17 años reuniéndonos cada semana para disfrutar y dar apoyo al colectivo LGTBIQ+, el Ayuntamiento de Barcelona nos cierra durante 60 días". El Open Mind se ve obligado a bajar persiana justamente este junio, a las puertas de las celebraciones del Orgullo, época del año en que se produce una explosión de actividad en los locales de la comunidad LGBTI.

Los promotores del establecimiento no explican los motivos del cierre del local, pero aseguran ante sus seguidores que volverán "renovados y con más ganas".

Las razones del Ayuntamiento de Barcelona

Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona han explicado este viernes a ElNacional.cat que el local fue precintado el jueves mismo a las doce del mediodía. "El local dispone de permiso para desarrollar una actividad de club social privado con una actividad complementaria de servicio de bar", señalan las fuentes, que añaden que el cierre se ejecuta por dos razones: el desarrollo de una "actividad no ajustada a licencia" y "un procedimiento de restitución porque la actividad no se ajusta al permiso de club social privado".

El precinto se hizo, según las fuentes del consistorio, de acuerdo con un expediente iniciado en el 2019 contra el local por el anterior ayuntamiento, bajo la batuta de Ada Colau. Asimismo, también se da cumplimiento a la ejecución de una sentencia y después de haberse comprobado que "se desarrolla una actividad de concurrencia pública cobrando entrada".

Transcurridos los 60 días de cierre, para poder iniciar nuevamente la actividad, los titulares del local, tendrán que justificar cómo se ajustará al permiso del cual disponen y que "no hará una actividad de concurrencia pública". La existencia de clubs privados en la ciudad es un fenómeno que hace años que existe en Barcelona, un formato que permite reunir personas -asociadas- que comparten algún tipo de pasión, en el caso del Open Mind, el sexo en grupo, tal como el local promueve en su web.

El local, que en su web recuerda que "what happens in the Open Mind, stays in the Open Mind" (lo que pasa en el Open Mind, se queda en el Open Mind), no tan solo es conocido por un público local, sino también por turistas, que lo tienen como una opción de ocio más de la noche barcelonesa. Hay que tener en cuenta que el establecimiento también había acogido fiestas internacionales fetish.

Malestar de los usuarios del club

En las redes sociales, varias personas expresan su malestar por el cierre. "Que pasen superrápido los 60 días. Este club trabaja con unos valores de los cuales ojalá la mayoría tomaran ejemplo", dice un usuario. Otro, en francés, se pregunta: ¿"Por qué motivo [cierra]? El Open Mind es el mejor club de Barcelona, el más serio, no lo entiendo". La mayoría de usuarios envían mensajes de afecto y críticos con los "obstáculos" de la administración: "Sus obstáculos alimentan nuestras ganas. ¡Fuerzas!".