La primera teniente de alcaldía y concejala del distrito de Gracia, Laia Bonet, ha afirmado este sábado que la fórmula de compra conjunta de la Casa Orsola con una entidad del tercer sector "se puede volver a aplicar en el futuro". Sin embargo, ha subrayado que se trata de un hecho excepcional porque no hay bastantes recursos para resolver el problema de la vivienda solo por medio de la compra pública. "Esta situación de tanta tensión en el mercado de la vivienda no la resolveremos, con la necesidad que hay que incrementar la oferta y de contener los precios, la escalada de precios que hay, si no es aplicando todas las herramientas," ha afirmado en una entrevista en RAC1.
Bonet ha afirmado que la compra de la Casa Orsola ha sido una innovación y un aprendizaje respeto a como se aplicaba hasta ahora el tanteo y el retracto, y ha reivindicado que, con este inmueble, se introducirán nueve pisos nuevos a la bolsa de vivienda protegida, además de mantener a los inquilinos que ahora tiene el edificio. Preguntada por una eventual eliminación de la reserva del 30% para viviendas protegidas en nuevos desarrollos, ha negado que el gobierno municipal quiera tumbar la medida aprobada durante el anterior mandato de Ada Colau, aunque ha remarcado la necesidad de "revisar" la reserva para incentivar la construcción de nuevas viviendas.
De hecho, a pesar de valorar muy positivamente la adquisición conjunta de la Casa Orsola entre el consistorio y una entidad del tercer sector, Bonet ha aplicado medidas estructurales en el mercado de la vivienda como el límite a los alquileres o evitar que los alquileres de uso habitual pasen en el mercado de los alquileres de temporada.
Una compra que levanta polvareda
La compra conjunta de la Casa Orsola anunciada el pasado viernes ha sido celebrada, pero también criticada. Por ejemplo, el mismo viernes el Sindicat de Llogateres criticó que el Ajuntamentde Barcelona y Hábitat 3 "premien", y en parte con dinero público, el propietario de la Casa Orsola. el portavoz del sindicato, Enric Aragonès, ha apuntado que la cifra está mucho por encima de lo que pagó el propietario y ha criticado que la negociación se ha hecho sin contar ni con ellos ni con los vecinos.
Por su parte, el propietario, Albert Ollé, afirmó que "se había impuesto la responsabilidad, el sentido común y el respeto". "Estos elementos, que para mí son los valores que han guiado mi trayectoria, no han estado siempre presentes durante los últimos tres años con la Casa Orsola", expuso en un comunicado.