El pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado adherirse al movimiento 'Crida internacional per convertir la Prefectura Superior de Policia de Via Laietana 43 de Barcelona en centre de memòria', que reclama que la siniestra sede de la policía española en Barcelona, lugar donde están documentadas torturas durante el franquismo, que han sido admitidas incluso por el gobierno español, se resignifique en un espacio que pueda recordar su lamentable pasado. Por eso, el mismo plenario también ha aprobado pedir al Gobierno que desafecte el actual edificio y consecuentemente, traslade a los policías españoles a otras dependencias policiales y lo transfiera a las instituciones catalanas que llevarían a cabo la transformación del edificio. La Crida fue impulsada por Òmnium Cultural y entidades memorialistas el noviembre pasado.
La proposición, presentada por el grupo municipal de Barcelona en Comú, se ha aprobado con los votos a favor de Barcelona en Comú, ERC y Junts, la abstención del PSC y el voto contrario de PP, Ciudadanos, Valents y la concejala no adscrita. El concejal de Memoria Democrática, Jordi Rabassa, ha defendido la proposición y ha asegurado que el ministro Marlaska "no responde" y, por lo tanto, no hay ningún compromiso sobre la mesa para la salida de la policía española del inmueble, razón por la cual ha defendido que hay que "seguir trabajando". "Necesitamos a toda costa que el epicentro de la red de represión estatal de las disidencias sea resignificada", ha dicho el concejal, que espera que el número 43 de la Via Laietana pueda convertirse en un equipamiento de memoria de la ciudad junto con el Born Centre Cultural (BCC).
ERC y JxCat se han sumado al reclamo trasladado por los comunes y las diversas entidades que pusieron en marcha el llamamiento internacional y han coincidido en que hace falta "reparar" y "hacer memoria" y por su parte, Rosa Alarcón (PSC) ha opinado que la policía española necesita unas instalaciones "dignas" en el centro de Barcelona y ve necesario encontrar otro espacio para liberar el edificio y trasladar a la policía a un nuevo emplazamiento. Mientras tanto, sin embargo, y hasta que no haya una ubicación alternativa, Alarcón cree que es "perfectamente compatible" que en el número 43 convivan las dos funciones y, por lo tanto, acoja un centro de memoria y al mismo tiempo la policía española, que "es democrática y no tiene nada que ver" con el franquismo.
La Crida tomó cuerpo el 20 de noviembre pasado, aniversario de la muerte del dictador fascista Francisco Franco, con un acto delante del edificio de la Jefatura de la policía española de la Via Laietana de Barcelona para reclamar su cierre y que el edificio, símbolo de torturas y vejaciones a opositores políticos, pero también a colectivos, como el LGTBI, sea entregado a las instituciones catalanas y se convierta en un centro de memoria y reparación. En esa ocasión, el llamamiento adquirió carácter internacional, ya que un total de 176 entidades de una veintena de países se han sumado al reclamo para reconvertir la comisaría.