Luz verde en el plan de usos del Eixample de Barcelona para limitar los bares, restaurantes, discotecas y comercios alimentarios que pueden abrir hasta tarde y otras tiendas con horarios especiales del distrito. El plan se ha aprobado en el pleno Municipal de este viernes con los votos favorables de BComú, PSC y ERC y la abstención de Junts. Ciudadanos, PP, Valents y la concejala no adscrita, por su parte, han votado en contra. Después de semanas de tira y afloja, donde la discrepancia se centraba en el ámbito de Sant Antoni, porque los comuns defendían mantener toda la regulación sin exceptuar ninguna calle, mientras que los socialistas querían una "cirugía fina" en ciertas calles. Finalmente, en el plan se ha incorporado una disposición adicional para revisar la aplicación en el ámbito de Sant Antoni dentro de un año. Por otro lado, la enmienda aceptada de JxCat pide crear un plan de trabajo con las entidades de este barrio para hacer seguimiento de cómo se aplica el nuevo modelo.
El plan especial regula la implantación de las actividades de pública concurrencia en todo el distrito, principalmente las que generan mayor impacto en el día a día de los vecinos y vecinas. El documento busca equilibrar los diferentes tipos de negocios para hacerlos compatibles con las necesidades del vecindario y garantizar un entorno saludable del distrito.
Lucha contra la saturación
El plan, que afecta a todo el Eixample, define dos ámbitos diferenciados. Cada uno tiene una regulación diferente con restricciones adaptadas a cada tipo de calle para la implantación de las cinco actividades con más impacto en la vida cotidiana: la restauración, los comercios alimentarios con degustación, las discotecas, los autoservicios —supermercados pequeños que pueden abrir hasta tarde por la noche— y las tiendas de conveniencia —tiendas con horarios especiales que pueden abrir de noche. En el primer ámbito se incluyen las calles pacificadas, en pacificación o que se vayan a pacificar en el futuro y el barrio de Sant Antoni. Mientras que en el segundo, se engloba el resto de calles del distrito. Con este plan, el consistorio pretende evitar el descontrol y el desequilibrio con normativas adaptadas a la tipología de cada zona, permitir un crecimiento razonable y equilibrado de los establecimientos en el Eixample y al mismo tiempo evitar la saturación en lugares donde se puedan crear problemas ambientales y de convivencia.
Las limitaciones por radios que establece el plan para evitar la concentración de actividades marca un máximo de 5 establecimientos en un radio de 50 metros, un máximo de 18 establecimientos en un radio de 100 metros, y una distancia lineal de separación de 25 metros por restauración, autoservicios, conveniencia y tiendas de alimentos con degustación. Con respecto al resto del distrito, se aplica un máximo de 20 establecimientos en un radio de 100 metros.
Evitar el monocultivo en el Eixample
Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, el Eixample es el distrito con más establecimientos en planta baja y donde uno de cada cuatro locales son bares o restaurantes, con un total de 3.200 establecimientos. Un 30% de los locales están destinados a las actividades que tienen más impacto en el espacio público y el día a día vecinal, como por ejemplo la restauración, discotecas, tiendas de alimentación con degustación o supermercados de pequeñas dimensiones que pueden abrir hasta tarde por la noche. Es por eso que el gobierno municipal y la propia alcaldesa, Ada Colau, ha reivindicado en más de una ocasión la necesidad de "proteger" el Eixample y evitar el "monocultivo".
El plan se ha aprobado con el margen justo porque se haga la tramitación administrativa pertinente y entrará en vigor antes de que se levante la suspensión de licencias, que será vigente a partir del 13 de marzo. Así, desde esta fecha, las licencias de establecimiento que se quieran solicitar se tendrán que ceñir a la regulación que marca el nuevo plan de usos.