Los vecinos del Carmel empiezan a ver la luz al final del túnel. A partir del próximo martes 2 de mayo el Ayuntamiento de Barcelona cerrará el acceso nocturno a los búnkeres del Carmel. El recinto situado en la cima del Turó de la Rovira estará abierto cada día, entre las 9:00 de la mañana y las 19:30 en el horario de verano, y entre las 9:00 y las 17:30 horas en invierno. Esta semana finalizan las tareas para instalar una valla de dos metros de altura, con el objetivo de controlar la gran afluencia de personas en este emplazamiento, especialmente de noche, e impedir así evitar que se estropeen los restos arqueológicos y preservar el descanso de los vecinos. En paralelo a la valla, la Guardia Urbana adaptará el dispositivo para seguir manteniendo la convivencia y evitar concentraciones de visitantes y conductas incívicas.
Los vecinos de la zona hace mucho tiempo que se van quejando de la situación insostenible a la cual tienen que hacer frente, especialmente los fines de semana. Hasta ahora el recinto arqueológico de la batería antiaérea está abierto las 24 horas y sin ningún control de acceso. Su principal atractivo son las espectaculares vistas de toda Barcelona, hecho que ha provocado que cada vez vaya más gente, pero las fiestas con música alta y actitudes incívicas han llevado al Ayuntamiento a tomar la decisión de limitar el horario de acceso.
Anillo de conexión desde fuera de la valla
Con el cierre, el acceso pasa a quedar restringido al paso en horario nocturno, tal como ya se hace en otras zonas ajardinadas y parques públicos de la ciudad. El cierre, sin embargo, permite mantener los accesos desde los diferentes frentes del Turó de la Rovira. Además, se ha creado un recorrido externo en la nueva valla que enlaza con estos accesos, consolidando así un anillo de conexión desde fuera de la valla. Este itinerario exterior estará siempre abierto, de manera independiente, a los horarios de cierre del interior del ámbito.
Según el consistorio, se pretende que la accesibilidad en los búnkeres sea la misma, excepto en los momentos en los cuales se cierran las puertas del recinto museográfico. En total se han creado seis puertas de acceso al interior. Aparte, durante el mes de mayo, se añadirá una séptima puerta que estará situada en la vertiente norte, con acceso a través del mirador norte.
Valla de dos metros con 6 puertas
El proyecto de instalación de la valla tiene un coste de 1,6 millones de euros. Con las obras se instalará una valla de dos metros hecha de barras macizas de acero de 3 centímetros de diámetro, clavadas en el terreno sin afectar a las raíces de los árboles ni los restos arqueológicos. También se ha optado por añadir un cierre en torno a la vertiente sur. El proyecto también incluye la replantación de la vegetación arbustiva y de arbolado que pueda quedar afectado por las obras. La replantación se hará con especies propias de lugar y que requieran poco mantenimiento.
En paralelo al cierre, se han iniciado los trabajos del proyecto de arreglo del camino. El primer tramo se adapta a la topografía del lugar con una pendiente media del 10% y el segundo incluirá escaleras. El nuevo itinerario dispondrá de alumbrado con balizas.