Nueva medida del Ajuntament de Barcelona para hacer frente los disturbios constantes de la zona de Pueblo nuevo. El consistorio quiere prohibir que las tiendas de alimentación que se sitúan al 'Triángulo lúdico' del Poblenou que abran por la noche de miércoles a domingo. La medida se recoge en un decreto que se ha aprobado inicialmente y que entrará en vigor este mes de agosto, cuando haya pasado el trámite de exposición pública y de aprobación definitiva. La iniciativa ha sido impulsada por el Distrito de Sant Martí y busca evitar el botellón y combatir con el exceso de ruido a las noches que tiene hartones a los vecinos de la zona. El decreto fija que el horario de cierre de los locales, que ahora pueden abrir hasta las 24:00 horas, será de 22:00 a 7:00 horas de miércoles a domingo. Las vísperas y los festivos que caigan en el lunes o martes también se verán afectados por esta medida.
La zona afectada por esta prohibición, el llamado 'triángulo lúdico' del Parc y la Llacuna de Poblenou, abarca la avenida Meridiana (lado Besòs) y las calles Tánger, la Llacuna, Pallars, Badajoz, Subidas y Marina. Con respecto a estas calles, la limitación horaria se aplicará en establecimientos situados a las dos bandas de las calles. Por otra parte, esta prohibición afecta a todos los establecimientos comerciales que tienen una oferta orientada esencialmente a productos de compra cotidiana, de alimentación, de venta personalizada o en régimen de autoservicio, tanto los que ya están en funcionamiento como los que se abran en un futuro.
Denuncias vecinales constantes
La medida llega después de meses de quejas y denuncias por parte de los vecinos de la zona por|para el ruido y el incivismo del espacio público asociado al ocio nocturno en esta zona. Desde el mes de enero la unidad nocturna de la Guardia Urbana realiza un seguimiento muy específico de esta zona con un despliegue conjunto con Mossos d'Esquadra. Durante la primera franja de la noche, agentes uniformados y de paisano controlan las acumulaciones de gente. La segunda franja, de las 3 h a las 6 h, se hacen intervenciones de un nivel más elevado y de acompañamiento a los servicios de limpieza.
Otra de las medidas que pretende establecer el Ayuntamiento es impulsar multas de 600 euros a las personas que beban en la calle. La alcaldesa Ada Colau visitó este jueves a los vecinos de Poblenou y les prometió que el consistorio modificará la actual ordenanza, que fija las multas de un importe mínimo de 30 euros y con un máximo de 100. Los vecinos aseguran, sin embargo, que "hasta ahora, las sanciones se aplican en el rango más bajo. Multas de 30 euros que quedan en 15 euros". Los vecinos de la zona aseguran que algunos de los participantes en los botellones se toman esta infracción a cachondeo, y, por lo tanto, siguen manteniendo la fiesta en la calle.