El asedio al coche se estrecha en Barcelona. A partir de febrero, algunas de las principales arterias de la ciudad quedarán cortadas al tráfico uno de los dos días del primer fin de semana de cada mes. Así lo ha anunciado la alcaldesa durante una conferencia esta tarde al Colegio de Periodistas. El objetivo es "pacificar" las calles, forzar un cambio de hábitos y "poner a las personas en el centro".
La medida copiará lo que ya hace tiempo que se practica con la calle Gran de Gràcia. La primera vía que quedará cerrada al paso de vehículos motorizados será la Via Laietana, donde se aplicará la restricción desde el día 1 de febrero adelante. A partir de entonces, la situación se repetirá cada primer sábado de mes por la tarde.
El 1 de marzo llegará el turno de la calle Aragó, que Colau ha bautizado como "la principal autopista urbana" de Barcelona. A partir de entonces, el corte se aplicará cada primer domingo de mes por la mañana e irá de punta a punta, es decir, desde la altura de la calle Tarragona y hasta la Meridiana. "Lo tenemos que experimentar para ver cómo puede ser una ciudad sin coches en sus vías principales", ha afirmado la alcaldesa. La voluntad del gobierno municipal "para llegar a todos los distritos" es extender esta medida a una decena de vías, entre las cuales habrá también Creu Coberta y el carrer de Sants.
En paralelo al cierre mensual de la circulación, el Ayuntamiento avanzará también en la disminución de la velocidad por toda la ciudad, por "un tema de salud y de seguridad". Concretamente, se reducirá la velocidad en el 75% de las calles de Barcelona, con el objetivo de que en dos años haya 200 kilómetros de calles que pasen de 50km/h a 30km/h. "Tenemos que dar espacio a las personas, que el espacio sea realmente público para mayores y pequeños", ha afirmado Colau.