El cambio climático es, según el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, "una realidad objetiva", que ha demostrado su peor cara en la trágica DANA que ha asolado la Horta Sud valenciana. "El efecto del cambio climático sobre nuestras vidas es una realidad que no ponemos en duda", ha insistido Collboni en la presentación, este jueves a mediodía, del Pla Clima, el cuarto plan estratégico del actual gobierno municipal socialista que prevé inversiones de 1.800 millones de euros hasta 2030, con los objetivos de ejecutar medidas concretas a favor de la descarbonización y la adaptación de la ciudad ante un cambio climático que, de hecho, ya ha obligado al Ayuntamiento a tomar medidas como la rectificación de la línea de costa en el paseo de la Mar Bella para evitar nuevos estragos.

El Pla Clima es un ambicioso plan de inversiones que incide en seis ejes de actuaciones, aunque, en buena parte, se trata de actuaciones ya ejecutadas o previstas que, en todo caso, ahora se engloban bajo un mismo eje estratégico, el paraguas del Pla Clima, como lo es el Pla Endreça respecto a las medidas de limpieza y seguridad, el Pla Viure respecto a la vivienda, o el Pla de Barris para la transformación de estos. En todo caso, según ha insistido el alcalde, Barcelona busca, con el Pla Clima "acelerar la transformación de la ciudad desde la reducción de emisiones" y con el objetivo de "proteger la ciudad en términos de calor o gestión de agua".

Con el punto de partida, según Collboni, de que "el cambio climático no es una batalla perdida, ni tenemos que hacer un discurso nihilista", el Ayuntamiento de Barcelona ha definido a través de esta plan una hoja de ruta para adaptar la ciudad y hacerla resiliente para minimizar los efectos del cambio climático, que incluye una previsión de inversión de 1.849.519.380 euros para ejecutar propuestas hasta 2030 con una previsión de ahorro de más de un millón de toneladas de CO₂ en los próximos cinco años a partir de acciones en seis ejes: transición energética, movilidad, Pla Clima Barris, resiliencia, Pla Calor, y Canviem pel Clima.

Transición energética y movilidad

Uno de los ejes del plan es la transición energética. Aquí el consistorio defiende un cambio estructural en la generación y el consumo de energía y apuesta por la producción de la energía renovable y la energía solar local. En este ámbito, el Ayuntamiento ya explicó que seguirá desplegando la hoja de ruta para acelerar la generación de energía y llegar a multiplicar por tres la generación hasta 2027 y por cinco en 2030. Instalar placas fotovoltaicas o impulsar la climatización eficiente de edificios de vivienda, equipamientos y sector terciario se incluyen en este eje. Un segundo eje es la movilidad e implica acelerar la electrificación de las flotas municipales de vehículos, extender la red de cargadores, fortalecer el transporte público y transformar el espacio público para promover una movilidad sostenible. Con respecto a la flota, el objetivo es alcanzar un 69% de electrificación de la flota municipal desde ahora hasta el 2030 y combinar el vehículo eléctrico con otras modalidades sostenibles. La flota incluye autobuses de TMB y vehículos de la Guàrdia Urbana y servicios urbanos, como los de la limpieza.

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El renovado Port Olímpic cuenta con pérgolas fotovoltaicas / Foto: Montse Giralt

Episodios de sequía y lluvias torrenciales

Otro eje es la resiliencia y tiene como objetivo consolidar la ciudad como un espacio adaptado y con capacidad para afrontar episodios climáticos extremos, como puede ser la sequía -que implica un consumo responsable de agua- o lluvias torrenciales como las de los últimos días. A raíz de la sequía, el Ayuntamiento ya aceleró las obras de ampliación de la red de agua freática. Respecto de acciones para hacer frente a lluvias torrenciales e inundaciones, ahora mismo la ciudad tiene en marcha y a punto de ejecución tres grandes obras: el desdoblamiento del colector de la Diagonal, la tercera fase del colector de Vila y Vilà y el nuevo depósito pluvial de la Rambla Prim. Con respecto a depósitos pluviales, el Plan Director Integral de Saneamiento de la ciudad de Barcelona prevé la construcción de una treintena de depósitos más.

Hacer frente a las altas temperaturas

El plan hasta 2030 también incluye medidas para hacer frente al calor, con olas de calor cada vez más fuertes y frecuentes. Como ejemplo de eso, existe la previsión ya conocida de climatizar todas las escuelas públicas de la ciudad, un total de 170 centros. Actualmente, la obra de climatización ya está finalizada en 24 escuelas y se continuará, de forma inmediata, por las 30 siguientes que ya prevé el plan. Otro punto que se trabajará en este marco será la ampliación de la red de refugios climáticos y los horarios para mejorar la disponibilidad durante los meses de calor y optimizar también la distribución territorial. Según ha dicho la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, el objetivo es que en 2030 la ciudadanía disponga de un refugio climático a 5 minutos andando como máximo y que haya "un espacio de agua" en cada distrito.