Barcelona ha ganado este jueves un nuevo espacio público, esta vez en el ámbito portuario y a consecuencia de la aceleración de la renovación del Port Vell con ocasión de la celebración, el próximo año, de la Copa América de Vela. Se trata de la Rambla de l'Escullera, situada en la Nova Bocana, un proyecto que, conjuntamente con el edificio Mirador, ha supuesto una inversión de unos cinco millones de euros. La nueva rambla ha quedado abierta a la ciudadanía este jueves mismo después de un acto de inauguración, mientras que el Mirador lo estará próximamente, una vez se activen los espacios gastronómicos previstos. El objetivo, en todo caso, es tener estas instalaciones plenamente activas de cara a la Copa América de Vela.
La inauguración ha ido a cargo del presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, y el presidente de la infraestructura y director general de Marina Vela, Alberto García, en un acto al que tenía que asistir inicialmente el president de la Generalitat, Pere Aragonès, que ha anulado su agenda en el marco de los acuerdos entre ERC y PSOE para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Según recoge Europa Press, Salvadó ha explicado que la celebración de la competición deportiva les ha obligado a ponerse "las pilas" con actuaciones previstas desde hace años que ahora se han acelerado.
La nueva Rambla de l'Escullera que complementa el ya existente paseo de l'Escullera, situado también en el ámbito de la Nova Bocana y abierto el 2018, tiene unos 700 metros de longitud y supone abrir a la ciudadanía un espacio que hasta ahora era de uso reservado del Port de Barcelona. En este sentido, Salvadó ha destacado la "sensibilidad social, histórica y cultural" de las obras, que remiten en el antiguo rompeolas del puerto que nacía precisamente en el ámbito donde ahora está el Hotel Vela, mientras que García se ha referido al "proyecto colaborativo" que se ha llevado a cabo con la consultora de infraestructuras Cellnex.
Así será el Edificio Mirador
Con respecto al Edificio Mirador, consta de una planta baja, otra a la altura de la rambla, un primer piso y una terraza en la última planta que, respectivamente, acogerán una cantina, dos espacios de bar -uno de los cuales en la terraza- y un restaurante. En este sentido, Marina Vela está negociando la concesión de los espacios y, según García, la empresa aboga por un operador único por cuestiones logísticas. Estas novedades se enmarcan en el programa de una veintena de actuaciones en el Port Vell, en las que prevé invertir 120 millones de euros, con la doble intención de tener las instalaciones preparadas para la Copa América de Vela y la voluntad de acercar la infraestructura portuaria a la ciudadanía.