En el marco de la inminente celebración de la Copa América de Vela, el Port de Barcelona vive una etapa de remodelación que ha supuesto una serie de inauguraciones en los últimos meses, desde el edificio Mirador y la nueva Rambla del Rompeolas hasta los recuperados Tinglados pasando por la puesta en servicio del Bus Nàutic. Este ciclo ha dado un paso más este jueves, de hecho uno de los últimos, con la inauguración del Moll de Drassanes, un nuevo espacio público recuperado para la ciudadanía donde hasta hace poco se encontraba la explanada de embarque de vehículos para los ferris con destino a las Islas Baleares.

 

Liberado este espacio, situado entre la zona de embarque de las Golondrinas y el Bus Nàutic y el inicio del Moll de Barcelona, donde está situado el World Trade Center y actualmente, también la base del equipo neozelandés de la Copa América de Vela, Barcelona gana un espacio de 4.300 m² que hasta ahora era zona de uso portuario y donde los peatones solo podían hacer uso de una acera estrecha limitada por vallas. La inversión ha sido de 1,67 millones de euros y, según ha apuntado el director de Port de Barcelona, Lluís Salvadó, supone el "cierre de un ciclo" de inauguraciones que han sumado hasta 23 obras en el marco de la Copa América que hará que el Port Vell "que en los Juegos Olímpicos fue el mejor puerto-ciudad del mundo, vuelva a situarse en la primera línea de los puertos-ciudad".

El nuevo Moll incluye una isla de sombra en un espacio con poca vegetación porque por debajo pasa la ronda Litoral / Foto: Jordi Palmer
Aspecto del nuevo muelle el año 2022, cuando estaba ocupado por la zona de embarque de vehículos para los barcos con destino a las Illes Balears / Foto: Google Street View

Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha apuntado que el nuevo Moll de Drassanes forma parte de un esfuerzo por "reconectar Barcelona con el mar", que enlaza con otras obras en marcha o previstas como la de la Rambla y la Via Laietana o la recuperación futura de la parte baja del Paral·lel. Asimismo, el alcalde ha apuntado que esta nueva zona de paseo será también una prolongación de la Rambla, con la intención de que en el futuro se dé forma a la Rambla del Port, de manera tal que la Rambla, que ahora enlaza con la Rambla de Mar, la pasarela que lleva al Moll d'Espanya y el Maremagnum, se bifurque y permita continuar el paseo por el Moll de Drassanes y el Moll de Barcelona: "Haremos que el Moll de Barcelona sea Barcelona", ha remachado el alcalde.

Zona de paseo con la ronda Litoral por debajo

El nuevo espacio supera los cuatro mil metros cuadrados, ofreciendo una nueva zona de paseo y de estancia y enmarcada por una zona de sombra. Eso sí, con respecto al verde, este se ha tenido que limitar a palmeras situadas en grandes jardineras, de manera que la mayoría del espacio queda al sol. Hay que tener en cuenta, eso sí, que hay una razón para eso, y es que aunque pasa muy desapercibido, justo por debajo de este espacio pasa la ronda Litoral, un hecho que ha añadido complejidad a la operación de reurbanización.

Imagen del proyecto de futuro del entorno, con la liberación de nuevas zonas para uso público y la construcción de nuevas pasarelas sobre el mar / Foto: Jordi Palmer

Finalmente, este nuevo muelle quiere ser parte, en el futuro, de un complejo que, por medio de pasarelas por encima del mar, acorte y facilite el acceso al Moll de Barcelona, para conseguir que esta parte del Port Vell quede integrada en la ciudad. Las pasarelas, en todo caso, quedan como proyecto de futuro, sin calendario. Lo que sí que ya es una realidad es que en esta primera mañana, ya han sido centenares las personas que han podido pasear.