"Barcelona, faro al mundo". Este ha sido el lema de la ceremonia inaugural de la Copa América de vela, que se ha celebrado este jueves noche en la playa del Bogatell y ha dado el pistoletazo de salida a la final de la competición. Deporte, arte y cultura se han fusionado en un acontecimiento con efectos visuales en el cielo generados con drones y con la participación de los Castellers de Vilafranca, la Orquestra y el Cor del Liceu, la Escolania de Montserrat, la cantante Sílvia Pérez Cruz, la soprano Sara Blanch y el tenor-pop Arnau Tordera.
Inspirado en el mar, el viento y la vela, el espectáculo ha querido simbolizar "el ingenio humano y el esfuerzo colectivo". La banda sonora ha sido compuesta, orquestada y dirigida por el compositor catalán Albert Guinovart, mientras que la dirección escénica ha ido a cargo de Hansel Cereza. Mar, viento y navegación han sido los ejes centrales del acontecimiento. Así ha sido la ceremonia inaugural de la Copa América:
Una constelación formada por un millar de drones y un recital de cultura catalana han dado la bienvenida a la final de la Copa América, ante la expectación de miles de asistentes. Se trata de la primera celebración antes de la final en los 173 años de historia de la competición, con el reto de repetir el éxito de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de 1992. El Emirates Team New Zealand, defensor del título, y el INEOS Britannia, ganador del Torneo de Desafiantes, se enfrentarán desde este sábado y alargarán su duelo hasta el 21 de octubre, como máximo.
Una hora antes del inicio, largas colas de personas se aprobaban en la playa para conseguir un sitio en la arena y presenciar la ceremonia lo más cerca posible. Después de una cuenta atrás proyectada en la Torre Glòries, un millar de drones han sobrevolado la playa del Bogatell y han iluminado el cielo barcelonés, acompañados de constelaciones láser, pantallas LED, avatares y mares de luz. Mientras tanto, la Orquestra y el Cor del Liceu han rodeado la playa de un ambiente místico con el cual los asistentes han podido disfrutar con más intensidad de la poesía visual que tenían sobre si.
Móviles en mano y cabezas hacia arriba, el espectáculo ha proseguido con los Castellers de Vilafranca, con una escultura humana de unos ocho metros de altura. La emoción ha llegado cuando el enxaneta ha coronado el castillo, levantando aplausos de locales y turistas. Después de la actuación de la Escolanía de Montserrat, decenas de embarcaciones han navegado por la playa del Bogatell, un guiño a la competición.
Monumentos emblemáticos como la Sagrada Família, la Torre Glòries y el Hotel Vela han sido reproducidos por los drones. La inauguración ha finalizado con el himno Barcelona, faro al món, interpretado por Sara Blanch y Arnau Tordera, que han puesto la guinda a una exhibición impregnada de tecnología, música y cultura catalana.