La plaza Pablo Neruda de Barcelona ha estrenado este sábado el mural 'Barco de los Pueblos Migrados', una obra de arte de grandes dimensiones que recuerda el exilio en Chile de los republicanos por la guerra civil española. Situado en la pared medianera de un edificio de ocho pisos de la calle Lepant, el grafito es obra del artista local Roc Blackblock y del chileno Mono González, y se ha inaugurado coincidiendo con el 120.º aniversario del nacimiento de Neruda. El concepto artístico del grafiti gira en torno al barco 'Winnipeg', una flota impulsada por Neruda en 1939 desde Francia, para trasladar a más de 2.000 exiliados republicanos que huían de la Guerra Civil. La intervención se ha hecho sobre la medianera del edificio del 221 de la calle Lepant, en una pared de unos 480 metros cuadrados de superficie, que han impulsado el distrito, en colaboración con el Consulado de Chile, el ICUB y las entidades vecinales.

La pieza es un homenaje a la figura del poeta, y que el movimiento asociativo del barrio busca impulsar desde la reurbanización y el cambio de nombre de la que se conocía como plaza de la Hispanidad. La imagen recuerda el imaginario visual de la fotografía antigua y muestra el detalle de una maleta sostenida por el asa por las dos manos de una figura aparentemente femenina. En la superficie de la maleta se representa el fragmento de un barco lleno de caminos y casas como una alegoría del 'barco de los pueblos migrantes' y en palabras de sus autores, la maleta representa el exilio, "llena de recuerdos y dolor, pero también de esperanza y futuro". Durante el acto de estreno ha habido una escenificación del barco Winnipeg, una lectura de poemas de Pablo Neruda y el reconocimiento a los autores del mural para acabar con las actuaciones musicales a cargo de Paco Ibáñez y Marina Rosell.

Un espacio de memoria a Pablo Neruda

El nuevo mural mantiene el planteamiento original de significar el espacio de la actual plaza como un lugar de memoria dedicado al poeta, que se inició en 2017 con una reurbanización y el cambio de nombre de la antigua plaza de la Hispanidad, una exigencia que hacía desde hacía años el movimiento asociativo del barrio. La reurbanización del espacio dejó al descubierto una media de grandes dimensiones que provocó un fuerte impacto visual y que los vecinos propusieron cubrirlo con un mural artístico en homenaje a Neruda, simbolizando también el vínculo entre Chile y Barcelona. Los impulsores de la iniciativa acordaron que uno de los episodios más destacados de la historia común de Neruda con Barcelona era el exilio de los refugiados republicanos que pudieron viajar de Francia a Chile en el Winnipeg por la intervención del poeta, que era cónsul especial para la inmigración española.