El inicio del mes de noviembre, una vez superada la jornada de Todos los Santos, marca el pistoletazo de salida oficioso de la campaña navideña, que con respecto a la captación de turistas cada vez se adelanta más en el calendario, y más en un contexto de recuperación postpandémica dónde convencer a los visitantes de las bondades de un destino se ha convertido en una carrera donde participan todas las grandes ciudades del mundo. Barcelona no se quiere quedar atrás y este miércoles ha dado por iniciada la campaña turística de Navidad, que este año se ha avanzado una semana con respecto al año pasado y que incluye, entre los objetivos, pescar el máximo de turismo madrileño.
Así lo ha explicado el primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni, que en la presentación de la campaña se ha referido a la emisión de anuncios en las pantallas publicitarias gigantes situadas a la plaza Callao de Madrid como uno de los "hits" de la comunicación prevista para atraer visitantes. De hecho, Collboni ha insistido en los objetivos programáticos del turismo que ya expuso en la valoración de la campaña del verano, menos turismo pero con estancias más largas, que comporta más gasto y menos aglomeración, y ha querido defender la propuesta navideña barcelonesa centrada sobre todo en los aspectos "culturales, familiares y de restauración, comercio y hostelería", sin olvidar el contenido religioso e incluso el azucarado espíritu navideño como "antídoto para años complicados".
En todo caso, según ha detallado Alexandra Marco, directora de marketing de Turismo de Barcelona, la intención de la campaña es "posicionar Barcelona como la mejor Navidad del sur de Europa", incidiendo en aspectos como "el ADN artístico y creativo de la ciudad", ante propuestas a las cuales es más difícil de diferenciar la ciudad, como los mercados navideños o la iluminación. "Barcelona, el escenario de Navidad' es el lema de la campaña, que tiene como imagen una "niña emocionada" y que se dirige a los públicos catalán, español y el de "de proximidad internacional", con incidencia concreta en los mercados francés, británico e italiano, que son los que mejor han evolucionado en los últimos meses. La campaña tiene un presupuesto de 440.000 euros e incluirá mensajes y vídeos en catalán, castellano, inglés y francés.
A su vez, Collboni ha insistido en la importancia de la apuesta madrileña, e irónicamente ha señalado que "un gol en campo contrario cuenta doble". En este sentido, la campaña prevé proyectar en dos grandes pantallas el audiovisual 'Barcelona, el escenario de la Navidad' durante una semana con un impacto estimado de más de 4 millones de personas de los que se calcula que pasan por delante. Marco ha añadido que por Navidad, "los madrileños huyen de Madrid y estamos encantados de que vengan a Barcelona".