El entorno del templo de la Sagrada Familia fue declarado Espacio de Gran Afluencia (EGA) por parte del Ayuntamiento de Barcelona el pasado mes de junio, un nuevo instrumento para gestionar el turismo que ahora toma forma con el anuncio de una inversión de 15,5 millones de euros y un programa de 37 acciones desde ahora hasta el año 2027, una vez el distrito del Eixample presentó este miércoles al pleno la iniciativa trabajada los últimos meses con entidades, vecindario y agentes del territorio. El EGA Sagrada Família es el primero de los 15 EGA que el Ayuntamiento ha definido en la ciudad para gestionar el fenómeno turístico y que, para desplegar el plan y los tres EGA prioritarios -Sagrada Familia, Park Güell y la Boqueria-, cuenta con una inversión de inicio de unos 44 millones de euros en los próximos cuatro años.

El plan de acción tiene como grandes objetivos descongestionar el espacio público, impulsar la diversidad comercial de proximidad, reducir el impacto de los flujos de visitantes y recuperar espacios para las actividades vecinales. El volumen anual estimado de visitantes en la Sagrada Familia y su entorno se sitúa entre los 18 y 22 millones de personas, que sumados a los habitantes del entorno, hacen que haya un gran número de gente constante y, por lo tanto, de problemas de convivencia, seguridad, ruido, suciedad e incumplimiento de normativa. En este sentido, el teniente de alcaldía y concejal del Eixample, Jordi Valls, ha asegurado que "no tenemos una varita mágica, pero sí que disponemos de una hoja de ruta para los próximos años, diseñada con los agentes del barrio, para como nos gustaría gestionar el turismo en este ámbito tan abarrotado para dar respuesta a los retos que plantea en términos de uso intensivo del espacio público o de transformación del tejido comercial y para favorecer una mejor convivencia con el vecindario potenciando la red comunitaria de barrio".

Ocupación y saturación del espacio público

Uno de los problemas principales del EGA Sagrada Família es la saturación del espacio público a causa, por una parte, de la cantidad de gente que hay, y de la otra, de un espacio público que no está diseñado de acuerdo con el uso intensivo que se hace. En este sentido, y con el objetivo de desabarrotar y mejorar el espacio público, se trabajará en los ejes de intervención siguientes: el paisaje urbano, los puntos de atracción turística, el modelo de espacio público y las afectaciones o transformaciones urbanísticas. La enorme presencia de turistas y visitantes ha ido sustituyendo el tejido comercial y de servicios, enfocados hacia el turismo y con la pérdida de comercio de proximidad consiguiente. Los vecinos y vecinas del barrio encuentran carencias en la oferta comercial y de servicios para su cotidianidad. Con el objetivo de impulsar la diversidad comercial de proximidad, se actuará sobre los ejes de intervención siguientes: la diversidad de la actividad económica, el control de actividades no autorizadas, la inspección de actividades económicas, la transformación de usos de vivienda y la dinamización del entorno.

Asimismo, el gran volumen de visitantes afecta al desarrollo de la vida cotidiana de los habitantes de la zona. La sensación de no disponer del espacio público para las actividades vecinales, culturales, etc., lleva a la ciudadanía a reivindicar que el espacio público tiene que ser de las vecinas y los vecinos y hacer compatible esta actividad con el gran volumen de turistas. Con el objetivo de recuperar espacios para las actividades vecinales, hay que actuar en los ejes de intervención siguientes: el debilitamiento del tejido comunitario, la comunicación y acceso a servicios, los colectivos más vulnerables y las actividades culturales y comunitarias.

Acciones ya ejecutadas o en curso

Con respecto a la convivencia y la seguridad, se ha creado el grupo de Coordinación y seguimiento de seguridad en el espacio de la Sagrada Familia, un grupo técnico que reúne los diferentes cuerpos de seguridad, la dirección de seguridad de la Basílica, Agentes Cívicos, representantes de la Zona Bus y asociaciones de guías turísticos. Aparte, se ha reforzado la presencia de Agentes Cívicos en la zona y el control de la venta ambulante por parte de la Guàrdia Urbana. También a demanda vecinal se ha iniciado el control e inspección de la documentación, licencias y permisos de tráfico de taxis, VTC y autocares turísticos.

Para fortalecer el eje comercial de la avenida Gaudí, se celebró, con éxito de público y un balance favorable de los comerciantes, la Fira Faig Gaudí el pasado 28 y 29 septiembre, una feria de arte, artesanía, ilustración y grafismo. Con respecto a la reordenación del espacio público, ya se retiraron 15 jardineras ubicadas a la calle Mallorca y bicicletas abandonadas, entre otras acciones para eliminar obstáculos de la vía pública. También se llevó a cabo una multinspección focalizada en la normativa de recuerdos, una campaña de verano de control de terrazas ubicadas en torno a la Sagrada Familia y otra para garantizar el cumplimiento de la Ordenanza de los usos del paisaje urbano (OUPU) en la avenida Gaudí.

Actuaciones de futuro destacadas

Entre las acciones programadas para el 2025 destaca la plantación del verde que falta en la avenida Gaudí o el mantenimiento de los parterres de las plazas de Gaudí y de la Sagrada Família o la instalación de papeleras de autocompactación. También está prevista la readaptación y la retirada de bancos obsoletos de la avenida Gaudí de cara a enero, y planificada una mejora de la iluminación de la plaza Gaudí y la plaza Sagrada Família. En el ámbito de la movilidad, de cara al próximo año, habrá una revisión del paso del bus turístico, a demanda de vecindario, con una reducción significativa de su frecuencia. También está prevista la aplicación de la Zona Bus 4.0, el nuevo sistema para mejorar la gestión y el volumen de autocares turísticos que llegan a la zona.

También está programada una intervención para consolidar el espacio para peatones de la calle de la Marina entre Mallorca y Provença. A causa la aglomeración de personas delante del templo que acaba ocupando el carril bici, de facto este queda cortado diariamente durante el día. Por lo tanto, hasta que no quede resuelta la urbanización de este tramo, se propone quitar las marcas viales del carril. Así pues, los itinerarios ciclistas en torno a la Sagrada Familia en sentido montaña quedarán definidos por el carril bici bidireccional de la calle de Sicília y los carriles bici de Provença y Mallorca para poder conectar con los dos tramos del carril bici de Marina. Esta intervención se acompañará del análisis y mejora de la red ciclable en torno a la Sagrada Familia para mejorar la convivencia entre bicicletas y peatones. Asimismo se proyecta una reordenación de los chaflanes de Marina, tanto con la calle València como con la calle Mallorca, para arreglar los elementos y usos presentes, y dar una continuidad en la calle de la Marina con su conexión con la plaza de Gaudí.