"Revertir la falta de diálogo y de consenso" y no necesariamente revertir la obra ya ejecutada, esta es la voluntad que ha expresado este viernes por la mañana el presidente de la Unió d'Eixos Comercials Turístics - Barcelona Oberta, Gabriel Jené, en nombre de la entidad que, conjuntamente con Foment del Treball, presentó la demanda que obliga al Ayuntamiento de Barcelona a desmantelar la conversión de la calle de Consell de Cent en Eje Verde dentro de la aplicación del modelo Supermanzana en el Eixample. De hecho, Barcelona Oberta ha enfriado la opción de instar a ejecutar la sentencia de manera que haya que revertir Consell de Cent a su estado original, eso sí, a cambio del compromiso que el actual gobierno municipal de abrir una nueva etapa de diálogo donde los cambios urbanísticos que se puedan realizar sean fruto del consenso y con la participación de los representantes de los ejes comerciales.
El mismo Jené se ha mostrado "sorprendido" de la contundencia de la sentencia, que en todo caso, "es dura y crea un precedente histórico en la gestión democrática del Ayuntamiento", pero ha señalado que los problemas originados por unas transformaciones "ideológicas", "no los tienen que resolver los albañiles". El presidente de Barcelona Oberta ha criticado duramente el "sectarismo de la señora Colau", señalando que los cambios en urbanismo impulsados desde la tenencia de alcaldía gestionada por Janet Sanz respondían a la voluntad de "hacer la puñeta al centro de la ciudad", con situaciones como "carriles absurdos que no respondían más que a hacer imposible que el vehículo privado acceda al centro". Por eso reclama que el nuevo gobierno municipal favorezca el acceso del vehículo privado al centro de la ciudad.
En contraste, Jené se ha mostrado muy satisfecho de la reacción del actual gobierno municipal, que a pesar de haber anunciado la presentación de un recurso a la sentencia, ya ha dado muestras de un nuevo talante, tanto el jueves por la tarde, cuando la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, anunció una nueva etapa de "diálogo y consenso" para pactar las transformaciones urbanísticas, como esta misma mañana, cuando el mismo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en conversación telefónica con los demandantes, se ha mostrado abierto a iniciar una nueva etapa que deje atrás la falta de acuerdos amplios que habría presidido la política de Colau en esta materia. "Agradecemos las palabras de Bonet, que dijo que quería un urbanismo transformador desde el diálogo y el consenso," ha señalado Jené, para añadir que "esta misma filosofía la hemos podido compartir con Jaume Collboni para mostrar el acercamiento e iniciar un proceso de diálogo para no tener que pedir la ejecución e iniciar el proceso de reversión, que nos sorprende que la jueza la pidiera con tanta contundencia," ha afirmado el presidente de Barcelona Oberta.
El paraíso y el infierno en dos calles de distancia
Jené, que ha comparecido acompañado del secretario general de Foment del Treball, David Tormos y el abogado José Soria, responsable de la demanda, ha defendido que los ejes comerciales también quieren "una ciudad más verde y amable" pero siempre a partir "de informes socioeconómicos, ambientales y de impacto" y ha señalado que la transformación en eje verde de la calle Consell de Cent ha creado "un paraíso pero también un infierno", en alusión a los problemas de tráfico generados en la calle València, donde se desvía el tráfico que ya no puede pasar por Consell de Cent, y por eso ha reclamado que, más allá de la situación concreta en esta calle, se asegure la participación del sector comercial en nuevos procesos transformadores: "El comercio tendrá que tener un papel y ser un actor más de la ciudadanía". Eso sí, Barcelona Oberta no ha concretado soluciones concretas para los actuales problemas generados a las calles Consell de Cent o València, dejándolos en manos de los técnicos y del consistorio, pero siempre por la vía del diálogo.