El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto a punto un nuevo plan de usos que quiere poner fin a la proliferación de nuevos modelos de negocio como las cocinas y los supermercados fantasma, muy cuestionados por los vecinos de la ciudad. Con la aprobación inicial -la definitiva se puede llegar a demorar dos años- Barcelona prohíbe la apertura de nuevos supermercados fantasma -aquellos establecimientos que venden productos sólo para ser repartidos a domicilio, pero donde no se puede comprar presencialmente- y relega las cocinas fantasma -cocinas industriales que preparan comidas también para ser repartidos a domicilio exclusivamente- a los polígonos industriales de la ciudad y con importantes restricciones.

De hecho, según ha anunciado la segunda teniente de alcaldía, Janet Sanz, en una comparecencia -que ha contado también con la presencia del portavoz del grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento, Jordi Coronas-, el plan "da apoyo en el comercio de barrio y dice 'no' a los negocios fantasma". Además, el plan incluye una serie de medidas que obligarán a los nuevos negocios a tramitar una nueva licencia de reparto que incluirá, entre las principales novedades, la obligación de reservar espacio en el interior del local para los repartidores, con el fin de evitar que estén en la calle y puedan descansar mientras esperan el pedido.

 

Macrococinas en los polígonos industriales

Ante las polémicas relacionadas con el intento de abrir cocinas fantasma -también denominadas macrococinas o 'dark kitchen'- en les Corts y Sant Martí, ahora hace un año el ayuntamiento reaccionó con una suspensión de licencias. Un año después, la propuesta para evitar los conocidos problemas de ruidos y olores que han generado rechazo vecinal ha desembocado en un plan -trabajado conjuntamente con ERC- que impedirá que se abran establecimientos de este tipo en zonas habitadas y las confina a los polígonos industriales. Según Sanz, "los proyectos de Sant Martí y les Corts están parados y no saldrán adelante", y ahora sólo se podrán instalar en la Zona Franca y en los polígonos del Besòs.

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Pancartas en contra de las cocinas fantasma en Sant Martí / ACN

De hecho, Sanz ha anunciado que se rechaza de entrada que se instalen estos negocios en el 22@, aunque está calificado de industrial, ya que también es zona residencial. Asimismo, las futuras macrococinas tendrán que cumplir varios requisitos, principalmente, establecerse sólo en calles de más 25 metros de anchura y separados por un radio de 400 metros de distancia con respecto a otros establecimientos del mismo tipo. Y siempre alejados de zonas residenciales. Además, se implementa una medida, también extensiva a todo tipo de negocio que haga venta a domicilio, que obligará a reservar espacio dentro del local para a la espera de los repartidores y sus vehículos -bicicletas y VMP-.

Nueva licencia de venta a domicilio

En cuanto a los supermercados fantasma, la intención del ayuntamiento es prohibir la apertura de nuevos, aunque los ya existentes podrán continuar con su actividad, a condición de que cumplan con la normativa de habilitar espacios para los repartidores. En este sentido, la norma implica que cadenas que se están expandiendo en Barcelona, como Gorillas y Getir o la misma Glovo, que cuenta ya con sus propios supermercados fantasma, verán parada en seco su expansión, porque ya no podrán abrir nuevos locales. Ahora bien, los nuevos condicionantes sobre las reservas de espacio para repartidores no afectarán sólo a este tipo de establecimientos sino a todos a los que hagan reparto a domicilio.

En este sentido, el ayuntamiento trabaja en la implementación de una nueva licencia de venta a domicilio que será aplicable a todos los establecimientos de restauración que quieran ofrecer este servicio. En todo caso, los establecimientos tendrán dos años a partir de la entrada en vigor del plan para tramitar un permiso que obligará a disponer de espacios de espera para los repartidores y los vehículos de reparto. El tamaño de estos espacios será proporcional a la superficie del establecimiento. Así, las macrococinas tendrán que reservar 10 m² por estación de cocción o por cada 100 m² de superficie, y los platos preparados de más de 100 m² tendrán que dedicar 5 m² por cada 100 m² de local.

manifestacion passatge xile les corts jordi palmerManifestación contra los supermercados fantasma en les Corts / Jordi Palmer

En el caso de los restaurantes, los de menos de 150 m² ubicados en calles de más de 7 m de ancho que formen parte de la red de ejes verdes o sean de prioridad para peatones o prioridad invertida tendrán que reservar 3 m² por cada 100 m² de local, y los de más de 150 m² hará falta que tengan 5 m² por cada 100 m². El resto podrán disponer del permiso sin tener que reservar el espacio. El objetivo de todo ellos es evitar que los repartidores se tengan que esperar a la intemperie a recoger los pedidos, puedan hacer uso de lavabos y se evite, además, que se generen ruidos y grupos en la vía pública.

Imagen principal: Solar donde se quería construir una macrococina en Sant Martí / Jordi Palmer