En el plenario del mes de febrero del Ayuntamiento de Barcelona se ha presentado una medida de gobierno para preservar y promocionar los establecimientos comerciales emblemáticos, que recoge un total de 18 medidas para asegurar la continuidad y la competitividad de los establecimientos históricos de la ciudad. El conjunto de propuestas quiere ofrecer nuevos marcos de posibilidades para gestionar el futuro del comercio emblemático y velar por su sostenibilidad, conciliando el máximo posible todos los elementos en juego y promoviendo el máximo retorno social posible de la actividad económica. La voluntad es la de convertir el comercio emblemático en palanca de cambio para proyectar en el mundo la singularidad y la riqueza del tejido comercial de Barcelona, un modelo basado en el comercio de proximidad que favorece la convivencia y la cohesión social en los barrios de la ciudad.

Los objetivos de la Medida de gobierno son: impulsar la preservación y la promoción de los comercios emblemáticos, actualmente 209, 180 abiertos y 29 cerrados, de que dispone la ciudad como símbolo y expresión de la identidad de Barcelona; posicionar Barcelona como referente de ciudad que preserva su comercio emblemático y establecer la hoja de ruta para la elaboración de políticas locales con y para los establecimientos emblemáticos de la ciudad de carácter jurídico, de dinamización comercial y de promoción; articular medios y herramientas que nos permitan conocer la situación de los establecimientos emblemáticos de forma objetiva, sistemática y rigurosa al servicio del sector y de las políticas municipales y hacer partícipes los establecimientos emblemáticos de las políticas municipales hacia el comercio de proximidad con el fin de garantizar la competitividad.

El ejemplo de El Ingenio

Las principales medidas de esta línea de actuación son la creación de herramientas que permitan al Ayuntamiento acompañar mejor los comercios cuando haya cambios de titularidad o de uso, como puede ser la modificación del artículo 21 de la Ley de Patrimonio cultural para obligar a las personas titulares de estos establecimientos a comunicar con antelación los cambios de titularidad o de uso y la creación de un protocolo interno del consistorio para actuar en estos casos. Por otra parte, se creará una mesa de participación para consensuar propuestas concretas de reformas legislativas para determinar la inclusión de determinadas actividades en la definición de patrimonio cultural inmaterial y para supuestos en que se pueda incentivar o proteger el mantenimiento de determinadas actividades llevadas a cabo en establecimientos emblemáticos.

También se valorará la adquisición de locales emblemáticos para garantizar la continuidad cuándo su pérdida suponga una pérdida relevante para la ciudad como ya se ha hecho en los casos de la Cereria Subirà, La Manual Alpargatera o el Bar Marsella. Y se garantizará que estos establecimientos tengan un tratamiento especial dentro de las políticas municipales de adquisición de locales comerciales, como el programa Amunt persianes, tal como se hizo con El Ingenio. Se crearán programas de subvenciones para fomentar la rehabilitación de establecimientos emblemáticos y destacar todos los elementos de valor patrimonial. Y se estudiará la creación de un servicio de mediación con el apoyo de Barcelona Activa, con el fin de promover la continuidad de la actividad original.