El Ayuntamiento de Barcelona ha creado la denominación de Zonas tensionadas acústicamente en horario nocturno como parte de un plan para reducir el ruido nocturno, un verdadero quebradero de cabeza para los vecinos que genera numerosas quejas y que, con toda probabilidad, se incrementará las próximas semanas, con la llegada del buen tiempo y el retorno del turismo masivo en el centro de la ciudad. Por todo ello, se ha presentado el Plan de Medidas contra la Contaminación Acústica 2022-2030, que recoge una serie de actuaciones para reducir el impacto del ruido. De momento se incidirá en once puntos concretos de la ciudad donde el ruido nocturno es especialmente problemático.
Según ha informado el consistorio, el ruido es el segundo factor ambiental que más impacta en la salud de la población, justo por detrás de la contaminación del aire, y por eso se ha creado una nueva herramienta para delimitar las zonas más tensionadas acústicamente en horario nocturno que podrán determinar los distritos. Ahora la intención es empezar a estudiar la situación en más de una decena de espacios con el fin de encontrar planes de reducción de contaminación acústica adaptados a cada caso. Primero de todo, el Plenario de mayo tendrá que validar este nuevo instrumento para analizar si estas zonas superan en 3 decibelios los límites permitidos de ruido e impulsar medidas de reducción de la contaminación acústica adaptadas a cada espacio.
Asimismo, las Zonas Tensionadas Acústicamente en Horario Nocturno también tienen que permitir fomentar las ayudas a la rehabilitación entre el vecindario. Los vecinos y vecinas de esas zonas podrán acogerse a las ayudas para la rehabilitación del Ayuntamiento como ya hacen los vecinos de las Zonas Acústicas de Régimen Especial (ZARE), obteniendo ayudas a la inversión, atendiendo a sus circunstancias concretas. Las ayudas para la rehabilitación actualmente tienen una dotación de 11 millones de euros.
30 muertes anuales
También dentro del plan contra la contaminación acústica se contempla que en Barcelona, según las estimaciones hechas por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), más de 210.000 personas sufren una molestia intensa (afectación emocional, psicológica y social severa) y más de 60.000 personas sufren un trastorno grave del sueño a causa de la exposición continuada al ruido de tráfico. En los casos más graves, el ruido puede incidir también en la aparición y agravamiento de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. En este sentido, la ASPB calcula que el ruido de tráfico es el responsable de unos 300 casos nuevos de cardiopatía isquémica del corazón y del 3% de las muertes por esta causa cada año, lo cual se traduce en 30 muertes anuales en Barcelona.
Más allá de estas cifras, los datos de la Encuesta de Salud de Barcelona 2021 hecha por la ASPB apuntan igualmente que el 55% de la ciudadanía de Barcelona considera que su barrio tiene mucho ruido y el 18% declara tener una molestia intensa durante la noche debida al ruido del ocio en el interior de su domicilio. Adicionalmente, el 15% de las personas adultas de la ciudad aseguran que se despiertan más de una noche a la semana por culpa del ruido. Las prevalencias varían de forma notable según el distrito, siendo Ciutat Vella, Sants-Montjuïc y el Eixample los tres distritos que presentan peores indicadores en el estudio.
Principales fuentes de ruido de la ciudad
El tráfico es la fuente de ruido que impacta la práctica totalidad de la superficie de la ciudad y la fuente más relevante de día y de noche. Más de la mitad de la población se expone a un ruido de tráfico igual o superior a lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera perjudicial a la salud tanto durante todo el día (53 dB) como la noche (45 dB). El impacto de los grandes ejes ferroviarios de la ciudad se ha reducido: casi la práctica totalidad de las vías ferroviarias en zonas residenciales están cubiertas. El uso industrial es cada vez más de baja intensidad y, por lo tanto, su impacto se reduce (en Sant Martí casi ha desaparecido y ha bajado al resto, incluso en la Zona Franca). La contribución a los niveles globales de las calles de peatones se centra en horario diurno y de tarde y tiene relevancia sobre todo en zonas sin tráfico (por ejemplo Ciutat Vella).
Por la noche, el tráfico sigue siendo la fuente de ruido con más impacto, pero en algunas zonas de la ciudad aparece otra fuente de ruido vinculada al empleo intensivo del espacio público. Según la percepción ciudadana, esta es una de las fuentes que más molestias generan. En espacios de pública concurrencia, la calidad acústica de noche puede ser peor que la de día. Las medidas se aplicarán por tres vías: la fuente de ruido (prevención), el camino de propagación (mitigación) y el receptor del ruido (protección).