El PP de Barcelona ha presentado hoy una propuesta para promover la conmemoración del Día de la Constitución con una agenda de actos que ayuden a preservar su "valor", pero la comisión de Presidencia del Ajuntament lo ha rechazado con los votos de Barcelona En Comú, CiU, ERC y la CUP.

El gobierno municipal ha tildado la propuesta de "defensa hipócrita y tardía de una Constitución que han vaciado de contenido". El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha querido recordar que el gobierno de Ada Colau tiene por objetivo dejar que sea la ciudadanía a quien decida.

Entrando en terreno soberanista, el portavoz de CiU en el Ajuntament, Joaquim Forn, ha defendido su rechazo a la propuesta popular poniendo de manifiesto que "Catalunya ha tomado otro camino y esperamos votar pronto la Constitución de un Estado catalán", y ha añadido que la norma suprema "se ha cerrado a cambios aunque la sociedad" ha "evolucionado".

Esquerra ha continuado con el argumento de los convergentes insistiendo en un camino propio catalán hacia una Constitución propia y ha tildado la Carta Magna de "Código penal para Catalunya". Después de votar en contra de la propuesta del PP, la concejal Trini Capdevila ha recordado que ningún menor de 56 años la votó.

La CUP no ha rebajado el tono y el concejal Josep Garganté ha clamado "fuego a la Constitución española" y ha aprovechado para reafirmarse en la "plena liberación nacional, social y sexual" y para recordar que la norma suprema se estableció en "un régimen de democracia constitucional y monárquica, que era la otra cara del régimen anterior."

Gran coalición en Barcelona

La gran coalición que proponía Rajoy funciona en el consistorio de la capital catalana porque Ciudadanos y el PSC han dado apoyo a la propuesta de los populares. La portavoz del PP en la ciudad condal, Àngels Esteller, ha justificado su sugerencia amparándose en la "democracia" y en la "vigencia" de la Constitución. "Sólo califican de demócratas a aquellos que piensan como ustedes. Esta es su democracia, y eso sí que es peligroso", se ha lamentado.

C's ha aprovechado el momento para exigir que se vuelva a colocar en la plaza Sant Jaume la placa que conmemoraba la Carta Magna de 1837, aprobada durante la regencia de María Cristina de Borbón, y que fue retirada por el gobierno de Xavier Trias, y el concejal Paco Sierra ha defendido su apoyo al PP porque en 1978 la Constitución representó "un espacio de apertura de los derechos, de un Estado del bienestar, con garantías, libertad y calidad democrática".

Los socialistas han cogido la línea de los naranjas y, a pesar de que la concejal Carmen Andrés ha defendido una reforma integral de la Constitución, ha dejado claro que no considera que esté obsoleta.