Aunque no será hasta el próximo lunes cuando se cumplan exactamente treinta años de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Barcelona -que empezaron el 25 de julio de 1992- la conmemoración oficial se ha adelantado unos días con un acto institucional en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona y la proyección de un mapping en la fachada de la Casa Gran de la plaza de Sant Jaume. El ausente de la celebración del trigésimo aniversario ha sido Pasqual Maragall, que, así y todo, ha sido emotivamente citado en los parlamentos para reconocer su liderazgo. La actual alcaldesa, Ada Colau, se ha referido como "el alcalde que lo hizo posible".
En presencia del exalcalde Narcís Serra, el primero que impulsó la candidatura olímpica, Colau ha instado a recuperar el "espíritu de compromiso y de colaboración" de los Juegos Olímpicos del 92 en la celebración del 30º aniversario para proyectarlo con bastante hacia el futuro, al servicio de una ciudad que quiere salir de la crisis más fuerte. Para Colau, los Juegos fueron un ejemplo de excelencia y de éxito a un nivel triple: para la organización y la ejecución basada en la colaboración entre administración pública y sector privado; por un impulso sin precedentes para el deporte al país, y también por la transformación de la ciudad que permitió "dignificar las periferias, recoser la ciudad, abrirla al mar y colocarla en el mundo". Dirigiéndose a los familiares de Pasqual Maragall -entre los cuales su hermano y rival político de Colau, Ernest Maragall- le ha enviado "un fortísimo abrazo".
También ha tomado la palabra el ministro de Deportes, Miquel Iceta, que ha destacado de los Juegos que "hubo acuerdo porque había el liderazgo de Pasqual Maragall". "Hubo acuerdo porque había liderazgo, el de Pasqual y eso quiere decir que se tuvo que pelear con todo Dios. Los primeros con los suyos y también con los otros, pero siempre con la fuerza de la pasión, del sueño, no de la fantasía, sí de la imaginación", ha sostenido. Además, ha destacado que fueron unos Juegos "libres de ninguna irregularidad o sombra de duda" y que fueron posibles porque la ciudad lo quiso y había disposición de trabajar con todo el mundo.
Mapping en la plaza de Sant Jaume
A su vez, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha destacado el "legado de transformaciones" que comportaron los Juegos Olímpicos, para añadir que hay que recordarlos, sin embargo, "sin nostalgia". Después del acto institucional, que ha contado con la participación del presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco; y el del Paralímpico, Miguel Segarra, y la presencia de medallistas de Barcelona'92 como Natàlia Via-Dufresne y Fermin Cacho y el ilustrador Mariscal, ha habido tiempo para la celebración popular en la plaza de Sant Jaume, con la proyección de un espectacular mapping que ha recordado los mejores momentos de los Juegos así como la interpretación musical del tema 'Barcelona', por parte de Manu Guix y María Hinojosa, haciendo los papeles, respectivamente, de Freddie Mercury y Montserrat Caballé. Ha cerrado el espectáculo el grupo Los Manolos que ha interpretado su clásico olímpico 'Amigos para siempre'.