La iglesia de Sant Sever puede pasar desapercibida al caminante en un entorno tan especial como el formado por la Catedral de Barcelona, el Palau de la Generalitat y la plaza de Sant Felip Neri, y todavía más si se observa su fachada, no particularmente interesante. Ahora bien, este pequeño templo, situado en la calle del mismo nombre y situada delante por delante de la puerta posterior del Palau de la Generalitat es una joya arquitectónica de primer orden, ya que se trata de la iglesia barroca mejor conservada de la ciudad, la única que se salvó de ataques durante la Guerra Civil y que ahora, completamente restaurada, vuelve a abrirse al público y al culto.
⛪ La iglesia barroca mejor conservada de Barcelona, a punto de acabar la rehabilitación
La de Sant Sever es, precisamente por el hecho de no haber sufrido ataques durante la Guerra Civil, ya que desde la Generalitat se protegió el entorno inmediato, incluida la catedral, una imagen anclada en el tiempo de lo que era el estilo barroco, de lo que había sido la iglesia de Betlem, en la Rambla, que sí que quemó de arriba abajo -como la de Santa Maria del Pi, que fue saqueada-, y que ha perdurado hasta nuestros días, eso sí, necesitada de una profunda restauración que ha comportado que la iglesia haya estado cerrada desde el año 2018, primero para restaurar todo el edificio y después, para rehabilitar todo su interior.
El resultado, una vez acabadas todas las obras, es simplemente espectacular, y todavía más en una ciudad donde las iglesias históricas del centro se asocian al gótico -la Catedral, Santa Maria del Mar, Santa Maria del Pi...-. De hecho, el nuevo Sant Sever revela la importancia del barroco en Barcelona, un arte que más allá de su recargamiento consustancial, explica un momento determinado de la Iglesia católica, como una respuesta al ya duradero conflicto con el protestantismo. Construida entre 1699 y 1704, Sant Sever es una iglesia pequeña, pero que juega a ofrecer al espectador un espectáculo artístico y teológico que busca explotar al máximo los sentidos con una tormenta de impactos decorativos.
Puertas abiertas y visitas dentro del circuito de la Catedral
Una vez este lunes se ha llevado a cabo el acto inaugural de la restauración, aunque el pasado 1 de febrero ya se ofició una boda, la iglesia, que pertenece a la Catedral, queda recuperada para el culto, pero también para las visitas. En el primer caso, se prevé celebrar más bodas, así como otros actos litúrgicos, ya que, como ha señalado el decano del capítulo de la Catedral, Santiago Bueno, "con la recuperación de Sant Sever, la Catedral gana un espacio más". Con respecto a las visitas, con ocasión de la inauguración y coincidiendo con la celebración de Santa Eulàlia, los días 11, 12, 13 y 15 de febrero se ofrecerán jornadas de puertas abiertas, para dar a conocer el templo a la ciudadanía y, una vez acabadas estas jornadas, se prevé incluir Sant Sever dentro de la ruta de visita a la Catedral, una visita de pago que, siempre hay que tenerlo presente, para los barceloneses es gratuita.
Hay que tener en cuenta que, en el caso de Sant Sever, lo que es una ventaja es al mismo tiempo un inconveniente, ya que la iglesia se ha podido conservar gracias a salvarse durante la Guerra civil, pero eso también ha implicado que la última restauración data de 1911, casi hace cien años. Eso ha implicado una larga rehabilitación total, tanto con respecto a todo el edificio, con actualizaciones de las instalaciones eléctricas, la estructura, las cubiertas y la fachada, salpimentada con "apariciones inesperadas" de detalles ocultos, según ha detallado Joan Claudi Minguell, arquitecto de las obras, como la importante restauración de todos los elementos ornamentales que contiene el interior, tarea que ha recaído en la restauradora Ana Ordóñez, que ha reivindicado la importante tarea de "rescate de la policromía original", que había quedado oculta por el paso de los años.
Como colofón al final de las obras, que han costado 1,9 millones de euros, la inauguración oficial ha tenido lugar este lunes por la mañana, con un acto que ha contado con la interpretación del actor Joan Pera y la participación del organista Juan de la Rubia, el Esbart Ciutat Comtal y el Quartet del Cor Francesc Valls. Han intervenido el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; el conseller de Justicia, Ramon Espadaler; la consellera de Cultura, Sònia Hernández, y el obispo auxiliar de Barcelona, David Abadias. Este miércoles por la tarde está prevista, a las 19.15 horas, la celebración de la primera misa en la iglesia restaurada.