El Ayuntamiento de Barcelona, por medio del distrito de Ciutat Vella, retirará antes de finalizar este 2017 la estatua de Antonio López que hay en la plaza del mismo nombre, en la parte baja de la Via Laietana, al tratarse de un monumento "a quien fue protagonista del comercio negrero con Cuba", además de estudiar medidas para dar a conocer "la historia de la represión en Barcelona" con actuaciones, todavía para determinar, en la jefatura de la policía del número 43 de la Via Layetana.
Así lo ha hecho saber, a través de un comunicado, el mismo ayuntamiento, en que da a conocer una serie de reformas pensadas para "vecinificar" la Via Laietana y que incluirá, entre otras actuaciones -cuantificadas en dos millones de euros-, la eliminación de las semi-rotondas de la plaza de Antoni Maura, en la intersección entre la Via Layetana y las avenidas Catedral y Francesc Cambó.
Con respecto a la plaza de Antonio López, situada en la parte baja de la Via Laietana, el Ayuntamiento de Barcelona ha expresado su compromiso para llevar a cabo una actuación para resignificar el espacio, por eso, ha anunciado que la escultura será retirada este mismo año y al mismo tiempo se hará "una propuesta de dinamización del espacio", que incluirá también un cambio de nomenclatura.
La estatua de Antonio López ha sido objeto de debate en los últimos meses, desde el momento en que el ayuntamiento debatió qué hacer con el vestigio colonial de Barcelona, en especial el monumento a Colón, que finalmente no experimentará ningún cambio, y la estatua de Antonio López, en este caso el ayuntamiento ya anunció que estudiaría su retirada.
La actuación en la plaza y la estatua de Antonio López formará parte de una serie de actuaciones destinadas a recuperar la memoria histórica de la Via Laietana, haciendo especial incidencia en la construcción de la misma vía, que supuso el derribo de más de 600 inmuebles de la trama urbana preexistente, y también a la existencia en el número 43 de la prefectura de policía, lugar donde "se buscará la manera más efectiva de dar a conocer la historia de la represión en Barcelona".
Reforma de la plaza de Antoni Maura
Entre el paquete de medidas apuntado por el gobierno municipal está la actuación en la plaza Antoni Maura que actualmente está congestionada por algunos usos que pueden colapsar, como pueden ser paradas de taxis, aparcamiento de motos y de autocares turísticos que impiden una buena comunicación de los peatones tanto longitudinalmente como entre la Catedral y la avenida de Francesc Cambó, ya que se tiene que hacer por los espacios más estrechos. La propuesta contempla asegurar un cruce natural de la vía sin estrechamientos, al tiempo que se crean nuevos espacios de estancia a ambos lados con el fin de facilitar la apropiación del espacio por parte de la ciudadanía. Estos nuevos espacios se conseguirán mediante la sustitución de las semi-rotondas por anchas aceras que darán continuidad en las dos avenidas.
Esta propuesta se trasladará a los consejos de barrio del Casc Antic y del Gòtic donde se trabajará de manera que se pueda ampliar la permeabilidad entre los dos barrios, es decir, entre las dos aceras, sin afectar a su vida diaria ni a las necesidades de movilidad del resto del vecindario. La voluntad es licitar esta actuación durante la primera mitad de 2018 y finalizar las obras a principios de 2019 con una inversión de más de 1 millón de euros.
Como segunda estrategia para mejorar la conexión transversal, se reconfigurarán los pasos de peatones con el fin de facilitar el cruce de la vía. Estas actuaciones está previsto que se liciten durante la primera parte del año 2018 a fin de que ya estén ejecutadas a principios de 2019. Cuentan con un presupuesto de cerca de 1 millón de euros.