Barcelona dispondrá de un servicio de dentista municipal con precios sociales. La alcaldesa Ada Colau ha anunciado hoy que se han iniciado los trámites para poner en marcha este servicio, único en el Estado español, que pretende favorecer el acceso al dentista "al conjunto de la ciudadanía, especialmente a las clases sociales más desfavorecidas". La cartera de servicios incluiría extracciones, periodoncias, higienes dentales, obturaciones, endodoncies, prótesis removibles y fijas, férulas, implantes y ortodoncias.
La comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado la creación del primer dentista municipal del Estado, que ofrecerá precios entre un 13 y un 43% más baratos que los de mercado, ya que no buscará beneficios. La previsión es que el servicio esté en marcha a finales del 2019 y pueda atender en un plazo de dos años a unas 36.000 personas. Se ocupará del servicio la empresa municipal BSM. Inicialmente será un dentista abierto a la ciudadanía, pero en seis meses se evaluará si se ha conseguido llegar al 12% de los barceloneses que no va al dentista porque no se lo puede pagar pero que no entra en el perfil de población vulnerable. La alcaldesa, Ada Colau, ha aprovechado para remarcar que si Barcelona puede poner en marcha este servicio, la Generalitat, "con más recursos y competencias", también lo podría hacer.
Según una encuesta municipal, el 12% de los barceloneses no va al dentista porque no se lo puede permitir, pero tampoco entra en la categoría de persona vulnerable que se dirige a servicios sociales. De hecho, el Ayuntamiento ya creó un servicio gratuito de odontología dirigido a este colectivo. En los primeros meses ya ha atendido a 220 personas.
Niega competencia desleal
El objetivo de este nuevo servicio de dentista es dirigirse a este público que no se puede permitir el dentista. Aunque estará abierto inicialmente a toda la ciudadanía, cuando lleve seis meses de funcionamiento se evaluará si se ha conseguido llegar a este perfil de ciudadano. Si no es así se estudiará un método de acceso diferente, como por ejemplo una tarifación social. El gobierno municipal niega que esté haciendo competencia desleal, porque se dirigirá a una cota de mercado pequeña que ahora mismo no está accediendo al odontólogo.
Colau ha argumentado que la salud bucodental no es sólo una cuestión de salud física, sino también emocional y psicológica. "Muchas personas con dificultades económicas sacrifican el dentista y eso acaba repercutiendo en la autoestima y acaba siendo un problema para encontrar trabajo, por ejemplo," ha apuntado.
Un operador municipal se ocupará de prestar este servicio, garantizando siempre las buenas condiciones laborales de los trabajadores y la calidad de los materiales. Detrás estará la empresa BSM. Inicialmente se pondrá uno se marcha un centro con ocho butacas, cuatro odontólogos, nueve auxiliares y tres higienistas. Tendría una ocupación del 80% del horario laborable y podría atender a unas 18.000 personas. En un segundo año se abriría otro centro.
Las tarifas que garantizarían la sostenibilidad de la actividad oscilarían entre los 55 euros de una obturación (caries), los 160 de una endodoncia y los 30 de una higiene. Son los tres procedimientos más habituales y representan el 60% de las sesiones en cualquier clínica dental". Los precios serían un 13% inferiores a los de mercado en las obturaciones, un 30% en las endodoncias y un 43% en las higienees, si se compara con un estudio hecho por FACUA.
La medida se llevará a aprobación inicial en la comisión de Derechos Sociales del próximo martes, con la intención de aprobarla finalmente en marzo. Los grupos no han visto mal la iniciativa, según el gobierno, ni tampoco el Colegio de Odontólogos.
La comisionada de Salud, Gemma Tarafa, ha explicado que también ha trasladado la medida al Departamento de Salud, dejando claro que el objetivo es "presionar para que los servicios odontológicos entren en la cartera de servicios públicos".