El Ayuntamiento de Barcelona ha detectado 236 grandes alimentadores de palomas, que pueden llegar a dar más de dos kilogramos de comida para estas aves, que solo necesitan 30 gramos al día. Así lo ha detallado la directora del Servei de Drets dels Animals, Carme Maté, que ha advertido que alimentar las palomas las genera, entre otros, problemas de malnutrición. El consistorio ha puesto en marcha una campaña para frenar esta práctica que se hará durante el mes de diciembre en las zonas con más concentración de estas aves para tratar de concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de evitar esta práctica. Cuatro parejas de informadores se desplazarán por 40 espacios donde se han detectado más volumen de alimentadores.

Los problemas de alimentar a las palomas

Las cifras se desprenden de un estudio hecho durante el 2024, en el marco del Plan Endreça en las zonas que han registrado más quejas ciudadanas. Durante todo el año se ha hecho un trabajo transversal con el apoyo de equipos de servicios sociales para impulsar intervenciones continuadas de concienciación e información activa. Ciutat Vella es el distrito de la ciudad, se encuentran uno de los principales puntos de conflicto relacionados con la alimentación de las palomas. Sin embargo, la directora del Servei de Drets dels Animals ha apuntado que están trabajando en nueve puntos de la ciudad considerados problemáticos, entre ellos las plazas de la Bella Dorita, Folch i Torres y de Catalunya, así como el parque de la Ciutadella.

La campaña está dirigida principalmente a los grandes alimentadores de estas aves, pero también incluye a aquellos esporádicos, como las personas que comparten parte de su comida o dejan caer migas. También tiene la intención de dirigirse a los alimentadores considerados pasivos, es decir, aquellos que dejan comida en la calle y que después sirve como a alimento para las palomas. Carme Maté ha remarcado que lo que se quiere transmitir a la ciudadanía es que alimentar las palomas, los perjudica porque les provoca malnutrición, incrementa las postas y hace que se concentren, cosa que genera peleas entre los mismos pájaros y puntos de transmisión de enfermedades. Además, también ha indicado que se genera una "dependencia" y se acostumbran a ser alimentados.

Sobrepoblación de palomas

La directora del Servei de Drets dels Animals ha advertido que con la comida que se les da se está alimentando una parte de la población de palomas, que no existiría. Un hecho que, según ha advertido, está contribuyendo a la sobrepoblación de palomas que sufre Barcelona. Los datos del consistorio señalan que la densidad de palomas en una ciudad tiene que ser de unos 300-400 por kilómetro cuadrado, y en Barcelona se estima que hay entre 1.300 y 1.700 por kilómetro cuadrado. Maté ha indicado que con esta alimentación que se proporciona "estamos manteniendo una parte importante de la población, más de la mitad. Si los dejáramos de dar estos alimentos, no estarían". Según los datos que tiene el Ayuntamiento, la existencia de los alimentadores puede llegar a triplicar o cuadruplicar el número de palomas en momentos puntuales en determinados espacios.

En relación con los alimentadores de las palomas, Maté ha asegurado que no hay un perfil que hayan detectado, sino que cambia según el lugar y el distrito. En este sentido, ha indicado que desde el consistorio trabajan con ellos para saber cuál es su "visión" y "concepción", que les lleva a alimentar palomas. Con todo, ha avisado de que las interacciones con los alimentadores son una "estrategia a largo plazo". Desde el 2017, Barcelona ya hace un control de la población de palomas mediante métodos anticonceptivos con nicarbazina. Actualmente, en la ciudad hay 42 dispensadores, que cubren un total de 35 colonias de palomas. Esta medida ha permitido reducir en un 60% la cifra de palomas en las zonas tratadas. El consistorio también aplicó una medida disuasiva de las palomas con vuelos de halcones en una prueba piloto en las Corts, una iniciativa con la cual se echaron las palomas de aquella zona durante las 12 semanas posteriores a los vuelos.