Con meses de retraso, pero ya hay fecha para la apertura del túnel de Glòries en sentido Llobregat. Inicialmente, se tenía que abrir en noviembre pasado, después fue a principio de año y finalmente será ya en abril. En concreto, y según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona, será la noche del 2 al 3 de abril cuando entre en servicio el sentido del túnel que todavía quedaba pendiente, liberando así de manera definitiva todo el espacio que ahora ocupan los vehículos en superficie. Con los dos sentidos del túnel ya abiertos finalizará una de las obras de más complejidad técnica que se han llevado a cabo en la ciudad.
La previsión es poner la infraestructura en marcha la noche de sábado a domingo. A última hora del sábado 2 de abril, la Guàrdia Urbana de Barcelona iniciará los desvíos de tráfico y empezarán los trabajos de implantación de la nueva configuración viaria. Si las condiciones meteorológicas lo permiten, la previsión es finalizarlos completamente a lo largo de la noche, momento en el cual ya podrán acceder los primeros vehículos. El objetivo es que el túnel en sentido Llobregat esté plenamente operativo en torno a las 8:00 horas del domingo 3 de abril. Con todo, la prueba de fuego será al día siguiente, el lunes 4, cuando la nueva infraestructura se ponga a prueba con el tráfico de un día laborable.
Modificaciones a la movilidad actual
La apertura del túnel en sentido Llobregat comportará modificaciones a la movilidad de este ámbito, que afectarán tanto a los usuarios del túnel como a los vehículos que se desplacen en torno a la plaza de las Glòries. La principal novedad es la eliminación de los carriles de circulación en superficie que quedaban en la Gran Via, entre la calle Bilbao y la calle Padilla. En este ámbito no habrá tráfico de paso y sólo podrán desplazarse por los laterales los vehículos de vecinos, servicios, transporte público o de emergencia (tramo Bilbao-Independència y tramo Castillejos-Padilla). La superficie de la plaza de las Glòries quedará completamente prohibida al tráfico privado, permitiendo el paso a peatones, bicicletas y transporte público (autobuses y taxis).
Con la nueva configuración viaria los vehículos que circulen por el túnel, al salir, tendrán la opción de subir por la calle Padilla (carril derecho) o bien por la calle Marina (carril central). En línea recta por la Gran Via, desde el carril izquierdo, sólo podrán circular los autobuses. Antes de entrar en el túnel, a la altura de la rambla de Poblenou, habrá una salida hacia el lateral de la Gran Via exclusiva para los autobuses y los taxis. El resto de vehículos que circulen por la C-31 y quieran acceder al lateral de la Gran Via tendrán que utilizar la salida 207 Bac de Roda/Poblenou.
Las modificaciones provocarán la eliminación del actual giro desde el ámbito central de la Gran Via en sentido Llobregat hacia la calle de la Independència. Los vehículos que usaban este itinerario para conectar con la calle Aragó tendrán dos opciones: salir por la salida 207 Bac de Roda/Poblenou, continuar por Bac de Roda y después girar hacia Aragó o Mallorca; o bien seguir en la C-31 hacia el interior del túnel y llegar a Aragó a través de Padilla o Marina. Además, la calle de la Llacuna quedará sin conexión con la Gran Via en sentido Llobregat y únicamente quedará operativo un carril para acceder al lateral mar, en sentido Besòs (vados y servicios). En el tramo entre la calle del Perú y la Gran Via, la calle Llacuna se pacificará y se permitirá la circulación sólo para uso vecinal y para acceder en la zona de carga y descarga del centro comercial.
Carril bus en el túnel
De la misma manera que el túnel en sentido Besòs, el sentido Llobregat contará también con un nuevo tramo de carril bus que permitirá que los autobuses que vengan del carril bus de la C31 puedan enlazar con el de la Gran Via, atravesando Glòries y llegando hasta el centro de la ciudad con un carril. Hace falta tener en cuenta que cada día entran por esta vía más de 250 autocares, incluyendo los interurbanos, regulares y discrecionales y salen una cifra similar, lo que supone 15.000 personas de entrada y 15.000 más de salida moviéndose en transporte colectivo.
En cuanto al tráfico privado, desde el derribo de la anilla viaria ya se ha producido una importante disminución de los vehículos que circulaban por este ámbito, pasando de los 95.000 diarios (45.000 en sentido Llobregat y 50.000 en sentido Besòs) a los actuales 78.000 vehículos diarios (43.000 en sentido Llobregat y 35.000 en sentido Besòs). Durante los primeros días de puesta en servicio del nuevo sentido del túnel, la Guàrdia Urbana de Barcelona reforzará su presencia en la zona. Visto el volumen de modificaciones viarias el Ayuntamiento de Barcelona recomienda hacer uso del transporte público. En caso de utilizar el vehículo privado se aconseja salir con tiempo y planificar un margen adicional para hacer el desplazamiento.