Barcelona presume de ser una de las ciudades más inteligentes de Europa, ha implementado numerosas iniciativas tecnológicas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y optimizar sus recursos. Como corresponde a su voluntad de ser una Smart City, que ha sido designada Capital Mundial del Móvil (se ha asegurado la organización del Mobile World Congress hasta el 2030) y reconocida como un referente en innovación y tecnología, la ciudad sigue trabajando para mejorar y expandir sus iniciativas de ciudad inteligente. El tráfico está ahora en el punto de mira y la ciudad buscará la manera de optimizar la gestión de la movilidad en la ciudad a través de un nuevo sistema de coordinación semafórica global que utilizará la inteligencia artificial. Todavía no sabe cómo lo hará, pero el Ayuntamiento se pondrá manos a la obra en los próximos meses para encontrar la mejor propuesta para mejorar la gestión de los semáforos para alcanzar una mayor fluidez del tráfico, reducir la contaminación y conseguir unas mejores condiciones de seguridad vial.
Proposición de Junts per Barcelona
El paso se ha dado gracias a un pacto del gobierno de Jaume Collboni con el Grup municipal de Junts per Barcelona para impulsar este nuevo sistema de coordinación semafórica global con ayuda de la IA. La Comisión de Ecología, Urbanisme, Infraestructures y Mobilitat, celebrada este martes, aprobó la proposición presentada por JuntsXBarcelona y transaccionada con el gobierno municipal, que contó con el apoyo de todos los grupos (ERC, PP y Vox), a excepción de BComú, que se abstuvo. La regidora de Junts, Francina Vila, celebró el apoyo de todos los grupos para renovar un sistema semafórico, que considera "bastante analógico", por uno de más innovador, que se obtendrá gracias a un concurso internacional en que varios equipos de ingenieros presentarán sus propuestas.
La hoja de ruta
Una vez aprobada la proposición, se abre ahora un periodo de análisis que no será superior a seis meses y un estudio detallado por parte de los técnicos municipales de las diferentes áreas implicadas (movilidad y sistemas, entre otros) para identificar cuáles son las mejores opciones que se aplican internacionalmente para hacer realidad este sistema de coordinación semafórica global que estará potenciado por todos los avances tecnológicos posibles, incluida la aplicación de la inteligencia artificial. Una vez realizado el diagnóstico de cuáles son las necesidades que plantea la ciudad, el Ayuntamiento estudiará la convocatoria de un concurso internacional donde participarían las mejores ingenierías del mundo, que presentarían sus propuestas para hacer realidad este sistema de coordinación semafórica global.
Objetivos del sistema
La optimización de la gestión del tráfico en tiempo real es el principal objetivo de este sistema asistido por la inteligencia artificial para la coordinación y regulación de los semáforos de la ciudad (Barcelona cuenta con más de 37.000 semáforos y cerca de dos mil intersecciones semaforizadas), pero hay otros, como "el diseño de algoritmos de aprendizaje automático, control dinámico de las fases semafóricas, modelado del tráfico, el análisis de datos masivos y la mejora de la seguridad vial," según explica Junts. "Tenemos un sistema semafórico bastante analógico y tendríamos que dar un paso para mejorarlo, para tener una mejor fluidez, que también quiere decir reducir la contaminación, y unas mejores condiciones seguridad vial". Además, una mejor coordinación de semáforos "permite una apuesta eficiente por el transporte público, mejorar su fluidez y puntualidad", según explicó Francina Vila.
Desde el gobierno municipal, la teniente de alcalde de Movilidad, Laia Bonet, destacó que primero hay que hacer un diagnóstico de la situación de los semáforos en Barcelona para definir las líneas de trabajo; posteriormente, hará falta identificar buenas prácticas de otras ciudades y, finalmente, desarrollar la forma para aplicar las soluciones tecnológicas. Y, en cualquier caso, Bonet ha defendido que cualquier mejora se tendrá que contemplar para mejorar la movilidad de todo el mundo, no solo del tráfico de coches.
La proposición, sin embargo, no convenció BComú, y el concejal Guille López defendió la posición de su partido afirmando que lo que necesita Barcelona "no son mejores semáforos, sino menos coches", lamentó que desde hace décadas las decisiones se toman para "mejorar el vehículo privado" y que lo que hace falta es impulsar "sistemas de movilidad más eficientes". Además, López recordó que el Ayuntamiento ya licitó el pasado mes de octubre un concurso dotado con 16,7 millones de euros para la mejora y el mantenimiento de los sistemas de regulación del tráfico, que incluye la red semafórica y otras instalaciones que dependen del departamento de Espacio Urbano del consistorio.