No hay Navidad en Barcelona sin polémica por el belén de la plaza de Sant Jaume y todavía más este año, cuando este ha sido sustituido por una instalación artística que toma la forma de una inmensa estrella que se ilumina cada noche a partir de este 29 de noviembre. Tanto es así que la polémica pesebrista ya es, por derecho propio, una tradición navideña más de Barcelona, y así se ha podido vivir en el plenario municipal de este viernes, donde ha quedado rechazada una iniciativa del Partido Popular en que reclamaba recuperar el "belén tradicional" en la plaza de Sant Jaume, además de incorporar motivos navideños al alumbrado.

La propuesta del PP, que ha contado con el apoyo de Junts y Vox y el rechazo de PSC, BComú y ERC, ha servido para debatir sobre el sentido de Navidad y la manera de celebrarlo por parte del Ayuntamiento de Barcelona. De hecho, el presidente del grupo municipal del PP, Dani Sirera, ha llegado a acusar al alcalde, Jaume Collboni, "de esconder tras los muros del Ayuntamiento" el pesebre, justo porque este año se ha trasladado el montaje del Museo Marès al patio de carruajes de la Casa Gran, donde, según ha indicado el concejal de Cultura, el socialista Xavier Marcé donde se podrá ver "protegidos de las inclemencias de la lluvia y accesibles".

El mismo Sirera ha recordado que desde 1940 -un año marcado por la omnipresencia del nacionalcatolicismo- Barcelona solo ha evitado el belén en Sant Jaume en dos ocasiones, "por pandemia y por Collboni" y ha criticado que con el paso de los años "se haya ido desvirtuando el pesebre", recordando incluso el célebre butanero aparecido en un belén de la época del alcalde Clos. Sirera también ha criticado el espectáculo de encendido de luces del jueves, con un show "más adecuado para el Grec o el Mercat de les Flors". A su vez, el concejal Joan Rodríguez Portell, en nombre de Junts-TriasXBCN, ha apoyado a la petición del PP, pero le ha reprochado que precisamente, fue Sirera quien "hizo alcalde a Collboni".

Jordi Castellana, en nombre de ERC, se ha ofrecido a llevar para próximas ocasiones instrumentos musicales, ya que Sirera ha entonado el villancico Fum, fum, fum y ha recordado que ya hay un pesebre dentro del Ayuntamiento y que la misma representación del caganer "se puede considerar blasfemo en otros lugares", mientras que Marc Serra, de los comunes, también en contra, ha aprovechado para reprochar a Collboni que el encendido de luces en el paseo de Gràcia "da el mensaje de que hay barrios de primera y de segunda". En todo caso, la propuesta no ha salido adelante, pero sí que es verdad que ha servido para llevar al plenario esta importante tradición barcelonesa, la de polemizar sobre el pesebre.