La celebración de Navidad en Barcelona llega siempre acompañada de una peculiar polémica, el debate sobre el pesebre de la plaza de Sant Jaume, que a menudo se convierte en una batalla -por suerte, solo dialéctica-, entre defensores y detractores de la propuesta de que cada año instala el Ayuntamiento de Barcelona. Cabe decir que el mismo consistorio también está detrás de otro importante belén, el que se instala en el patio de entrada del Museo Marès y que, casi siempre, es la contraparte del de la plaza, porque mientras uno promueve innovación y modernidad, el otro asegura tradicionalidad. En un debate tan barcelonés como este, las posiciones pueden llegar a estar muy enfrentadas, y por eso un equipo de ElNacional.cat ha querido captar el punto de vista de la ciudadanía, constatando que, al menos en las primeras horas de exhibición del pesebre de la plaza de Sant Jaume, los defensores del formato tradicional son mayoría.
Josep Porta es el presidente de la Associació de Pessebristes de Barcelona, entidad que se encarga del pesebre del Museu Marès, que este año está dedicado a san Francesico de Asís, que hace 800 años hizo el primer pesebre: "Hemos querido hacer un homenaje, y por eso está inspirado en la época de él y cuadros y dibujos de Giotto y contemporáneos". Aunque la obra en que ha participado encaja con la idea de pesebre tradicional -incluido su caganer-, Porta reconoce que en la plaza de Sant Jaume hay que hacer otro tipo de montaje: "Quizás la gente pensaba ver un belén napolitano clásico y lo que el autor debe haber hecho es una reinterpretación", pero para la "estructura es la que tiene que ser para un pesebre en la plaza de Sant Jaume". "También quedo encantado ante una reinterpretación", añade.
Por su parte, el escenógrafo Ignasi Cristià es el autor del belén de la plaza de Sant Jaume. Apunta que el belén "está concebido como una representación de los tres ejes de lo que sería un pesebre tradicional", pero aclara que cuando hace referencia a la tradición, se refiere "al concepto, no a la forma". "Lo que conceptualmente sí que se respeta son las tres escenas principales", añade, en referencia al anunciamento a los pastores, el nacimiento y los Reyes Magos. El belénes innovador, incluye a una caganera, y eso lo contrapone con el del Museu Marés, del que opina que "es un pesebre tradicional muy rico". Eso sí, ante las críticas a su propuesta, Cristià apunta que ha tenido muy en cuenta que "el espacio es muy importante". "La plaza de Sant Jaume tiene unas dimensiones que tienen que encajar y convivir armónicamente con esta instalación, que no tiene la forma del pesebre tradicional, pero sí el concepto".
Ahora bien, a pesar de los posicionamientos de los autores, respetuosos con la otra propuesta, a pie de calle las opiniones se endurecen. En la plaza de Sant Jaume, la señora Elvira no esconde su opinión: "¿Qué me parece? Diría una palabrota, pero me la guardo, una palabrota que empieza por m y acaba por a". Josefina tampoco es ninguna entusiasta y considera que "desde hace muchos años no hay la infancia que tiene que haber en el belén, si viene aquí una criatura de cuatro años, hágale buscar el nacimiento o los reyes. No, esto es una exposición de Barcelona y no pedimos eso, pedimos la esencia del pesebre". Todavía más, el rumano Mihai apunta que desde hace unos años con el belén de Barcelona "no se entiende nada, como en la famosa frase, cualquier semblanza con la realidad es pura coincidencia".
En el Museo Marès, en cambio, Pepita y Maria Jesús se deshacen en elogios hacia el pesebre tradicional: "Es precioso, siempre es muy bonito aquí y este se lleva la palma", señala Pepita, mientras que Maria Jesús añade que "está compuesto muy bien". Ahora bien, Pepita tampoco es entusiasta de la innovación en el campo del pesebrismo: "Lo que nos gusta es esto y no las mierdas que nos han llegado a hacer", en referencia a los pesebres de la plaza de Sant Jaume, aunque el de este año todavía no lo han visto. "Me gustan más los tradicionales, pero a la juventud quizás les gustan más los otros", añade más conciliadora a Maria Jesús.
También en el Museu Marès, Lia y Ariadna explican que han acompañado con las madres del espacio familiar de la Fundació l'Esperança y encuentran que "es muy imponente", según definición de Lia, que apunta que también "son impactantes los pesebres modernos", mientras que Ariadna destaca "la combinación entre la parte tradicional y la parte nueva, que es como una metáfora de la vida." Un rato más tarde reencontramos a Lia y Ariadna en la plaza de Sant Jaume, donde reconocen que les ha gustado más el belén moderno: "Me gusta mucho más, con gente de Barcelona, es mucho más representativo", asegura Ariadna, mientras que Lia apunta que en este pesebre, "todo el mundo forma parte, es como muy nuestro".
Quizás se trata de un debate interminable y quizás en otro horario habríamos encontrado otra muestra ciudadana que habría tenido opiniones diferentes, pero el hecho es que las barcelonesas y los barceloneses siempre tienen una opinión sobre lo que pasa en la ciudad y eso es muy habitual en la capital de Catalunya. En el peor, o mejor de los casos, hay donde escoger, un pesebre tradicional en el Museo Marès o uno más innovador en la plaza de Sant Jaume. O verlos los dos, que están muy cerca uno del otro.