El pasado 14 de febrero se celebraba en Barcelona la Junta Local de Seguritat, en la que se hicieron públicos una serie de datos como que se había revertido la tendencia de la escalada de delincuencia. En aquel encuentro, la consellera de Interior, Núria Parlon, explicó que hay que combatir la percepción de inseguridad que se ha instalado en la capital catalana, un hecho que se refleja en las encuestas públicas que hace el consistorio. En la misma línea, este viernes 11 de abril, el teniente de alcaldía de Seguretat del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha asegurado que prevé que “en los próximos meses” la capital catalana pueda disponer de más cámaras de videovigilancia, una herramienta que ha calificado “de imprescindible”.

Lo ha dicho en la conferencia “Barcelona y seguridad” organizada en la sede de Foment del Treball, en una conversación con el presidente de la asociación comercial Barcelona Oberta, Gabriel Jené, y moderada por la periodista de Catalunya Ràdio Glòria Marín. El teniente de alcaldía ha manifestado que este instrumento es “imprescindible para ayudar en los sistemas de seguridad”, y que, para su instalación, van de la mano del comercio local. De hecho, ha puesto como ejemplo la colaboración que hubo el mandato pasado con la Associació del Passeig de Gràcia con esta finalidad.

La autorización previa

El teniente de alcaldía ha recordado que la regulación de las cámaras de videovigilancia es “hipergarantista”, y que tienen que ser aprobadas por una comisión que lidera la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), Mercè Caso, y en la que también está el Fiscal Superior, entre otras autoridades. “Estamos insistiendo en este tema y espero que en los próximos meses podamos también dotarnos de este instrumento, que es imprescindible,” ha indicado.

La presencia de más cámaras ha sido también una demanda por parte del presidente de la asociación comercial Barcelona Oberta, que ha subrayado que en la actualidad en Barcelona únicamente hay 160 dispositivos de este tipo, en una ciudad de 1,7 millones de personas, mientras que en Niza (Francia) hay instaladas un millar para 340.000 habitantes.

La problemática de las drogas

El teniente de alcaldía también ha hecho referencia a la problemática de las drogas, ya que Barcelona no es solamente puerta de entrada, sino de salida, aunque hay ciudades mediterráneas como Marsella (Francia) donde la situación “es mucho peor”. “Desde el punto de vista de la seguridad es el gran tema que tenemos que afrontar a nivel global”, ha indicado. “Barcelona, con respecto a lo que es la gran delincuencia, es una ciudad segura, en general, es una ciudad segura”, ha sentenciado.