El pasado viernes, víspera de san Jordi, en el barrio de Sant Genís dels Agudells (distrito de Horta-Guinardó) se inauguró la transformación de la última cabina telefónica con puertas de Barcelona como bibliocabina. El nuevo equipamiento cultural, sin embargo, ha durado sólo cuatro días, ya que este martes por la mañana ha aparecido vandalizada y ha quedado fuera de servicio. Según ha adelantado Betevé, además de los grafitos que han aparecido, se han estropeado algunos elementos de la instalación, razón por la cual el Ayuntamiento de Barcelona ha colocado vallas en torno a la antigua cabina telefónica y, hoy por hoy, la bibliocabina está fuera de servicio. Precisamente, el ayuntamiento informó en su momento de que la cabina contaba con cristales antivandálicos y protección antigrafiti.
La bibliocabina fue inaugurada en la plaza Meguidó después de un proceso de restauración llevado a cabo por el Instituto Municipal de Paisaje Urbano (IMPU), dentro del programa de recuperación de pequeños paisajes, con la intención de reconvertir la última cabina con techo, puertas y recubrimientos de cristal de Barcelona, situada en la calle Lledoners del mismo barrio en un punto de intercambio de libros. De hecho, la inauguración contó con la presencia de la impulsora del proyecto de recuperación de la cabina, Anna Ferré, así como el representante de cultura de la asociación de vecinos de Sant Genís dels Agudells, Xavier Civit; el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni; y el arquitecto jefe y gerente del Instituto Municipal de Paisaje Urbano, Xavier Matilla.
La nueva bibliocabina, en su corta experiencia, ha tenido uso como a punto de intercambio de libros, con una capacidad para hasta 200 ejemplares además de estar dotada de wifi, que daba servicio a toda la plaza, y contaba con una pantalla de información de actividades municipales, además de poder utilizarse como punto de recarga de dispositivos móviles. Según comunicó el ayuntamiento con motivo de la inauguración, con el proceso de rehabilitación se restituyeron todas las piezas estropeadas y desaparecidas, de acuerdo con los dibujos del modelo original aportados por Telefónica, con nuevos letreros diseñados según tipografías y cromatismos de la época para ser los más fieles posibles al aspecto original.
Además, con el fin de garantizar el confort interior se habían mejorado las condiciones de ventilación, levantando ligeramente el techo y forzando la circulación de aire. La instalación se hizo en un ámbito con un nuevo pavimento de loseta, con el fin de ambientarla en la atmósfera barcelonesa. La gestión de la cabina se llevaba a cabo desde el Centre Cívic Casa Groga, situado en la propia plaza de Meguidó. El uso de punto de intercambio de libros se decidió en una consulta vecinal realizada en el 2017 entre los residentes del barrio, a partir de la cual se determinó cuál tenía que ser su futuro. En total se presentaron 93 ideas de empleo, entre las cuales hubo propuestas para que la cabina ofreciera una línea directa con el teléfono del civismo o con el 112, para que se convirtiera en un punto wifi o para que siguiera siendo una cabina. Finalmente, la propuesta que más votos obtuvo fue la de convertirla en un punto de intercambio de libros.