La prolongación de la red del tranvía de Barcelona entre las plazas de les Glòries y de Verdaguer por la avenida Diagonal ha encarado su recta final, una vez las obras están ya prácticamente finalizadas y han empezado las pruebas iniciales de la nueva infraestructura con la vista puesta a una entrada en servicio prevista, sin más detalle, para el otoño de este 2024. Ahora bien, este tramo, de unos dos kilómetros, es solo la primera fase de un proyecto más ambicioso, que es el de conectar Verdaguer con Francesc Macià o, cosa que es equivalente, el TramBesòs con el TramBaix.
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Este proyecto no cuenta con la unanimidad de los partidos que forman parte del plenario municipal, donde se encuentra desde la máxima apuesta por este medio de transporte por parte de Barcelona en Comú -Ada Colau prometió, en campaña electoral, que si repetía como alcaldesa, este segundo tramo estaría operativo en 2027- hasta la oposición de Junts per Catalunya -también en campaña, Xavier Trias se mostró a favor de finalizar la fase hasta Verdaguer, pero también de paralizar la segunda fase-. En medio, el PSC ha jugado un papel ambivalente, donde a la vez que ha defendido la necesidad de finalizar el trazado, ha preferido no acelerar la maquinaria.
Ahora bien, más allá de estos posicionamientos políticos, hay una serie de cuestiones más técnicas que poco a poco se van desvelando y que permiten conocer la envergadura de un proyecto que, incluso a velocidad de crucero, pedirá varios años para ser una realidad. Hay que tener en cuenta que el trazado entre Glòries y Diagonal ha estado más de dos años en obras, sin contar la tramitación anterior ni el tiempo de obras previas, y eso es una sucesión de hechos que también tendrá lugar en caso de que finalmente se active esta segunda fase, una activación que, de momento, tampoco se puede dar por confirmada al cien por cien.
En todo caso, según detallaron responsables técnicos del Ayuntamiento de Barcelona en las explicaciones relativas al inicio del periodo de pruebas entre Glòries y Verdaguer, de cara al tramo Verdaguer-Francesc Macià hay varios aspectos que hay que tener en cuenta. El primero, que además es inminente, es tener terminado el proyecto ejecutivo de la segunda fase este mismo mes de julio. Sin embargo, tener el proyecto ejecutivo e incluso someterlo al periodo de alegaciones es una cosa y presupuestar y plantear la ejecución de las obras otra, y es aquí donde el gobierno municipal, que tendrá que sintonizar con el futuro Govern, tendrá la última palabra.
Las losetas de hoja de platanero y el colector de la Diagonal
Con todo, desde el punto de vista técnico, aparte de que la tramitación continúe adelante, hay que señalar dos hechos, uno que facilitará la obra y otro que la retrasará. Para simplificar, la buena y la mala noticia sobre la prolongación del tranvía. Hay que tener en cuenta que en muchos casos la operativa de la segunda fase será muy similar a la que ya se ha llevado a cabo en la primera, y entre la calle de Girona y el paseo de Gràcia y el Cinc d'Oros, el modus operandi será prácticamente el mismo, es decir, ensanchamiento de aceras, reducción del vehículo privado y continuación del carril bici en paralelo a las vías del tranvía.
En este contexto, un hecho que permitirá acortar la duración de las obras es que en el tramo entre el Cinc d'Oros y Francesc Macià se mantendrá la renovación de las aceras que se llevó a cabo en el periodo 2011-2015, es decir, durante el mandato de Xavier Trias como alcalde, caracterizada por las losetas que reproducen la silueta de la hoja del platanero. De hecho, aunque el diseño de las losetas fue criticado en su momento, de momento ni siquiera se ha planteado cambiarlos. Lisa y llanamente, las aceras de la etapa Trias no serán modificadas y se integrarán en el nuevo proyecto.
Ahora bien, si este hecho ayudará a agilizar las obras, ya que se ahorrará el tiempo y dinero de reurbanizar las aceras, hay otra cuestión que necesariamente comportará el alargamiento de las obras: el desdoblamiento del colector que transcurre por el subsuelo de la Diagonal. Como ya pasó en el tramo Glòries-Verdaguer, primero habrá que abrir la avenida para instalar el nuevo colector, que servirá para evitar inundaciones en caso de episodios fuertes de lluvia, y no será hasta que esta obra esté acabada que se podrá empezar en las del tranvía propiamente dicho. Todo ello presupone años de obras en el tramo central de la Diagonal, y en este contexto, el gobierno municipal quiere medir bien el momento de hacerlo.