El puente de la calle de Santander de Barcelona, que une los barrios de la Verneda y la Pau (Sant Martí) con el del Bon Pastor (Sant Andreu), por encima de las vías del tren será totalmente renovado con la intención de facilitar el paso no sólo a vehículos sino también a peatones y bicicletas, resolviendo así un problema histórico, ya que hasta el momento, el puente sólo era accesible para vehículos, sin arcenes para el paso de peatones, que se veían obligados a utilizar una pasarela de hierro con escaleras, obsoleta, envejecida y oxidada y, además, sin acceso para personas con movilidad reducida.
Además, como el puente conecta zonas pobladas como la Via Trajana, pero sobre todo una zona de polígonos industriales, el paso constante de camiones habían convertido el paso del puente para ciclistas, usuarios de VMP e incluso en alguna ocasión, personas con silla de ruedas, en un peligro real de sufrir un accidente grave. Todo eso, sin embargo, pasará a formar parte del pasado una vez el puente sea completamente renovado, unas obras que el Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este viernes con previsión de iniciar las obras en septiembre y finalizarlas en diecisiete meses, es decir, hacia enero del 2024 ya tendría que estar terminado.
Aceras de hasta 4,5 metros
La principal novedad de la sustitución de la infraestructura, obsoleta y peligrosa, será que el nuevo puente tendrá aceras de hasta 4,5 metros, un carril bici por banda, un nuevo paso de peatones y un carril de circulación por sentido, y se plantará una cincuentena de árboles en todo el ámbito de actuación para incrementar el verde. Así se dará respuesta a una reivindicación histórica de los vecinos y vecinas, que hace dos años llevaron al plenario una iniciativa ciudadana para reclamar la rehabilitación. Las obras tendrán un presupuesto de 9,92 millones de euros y alcanzará el objetivo de acercar los barrios de la Verneda i la Pau y el Bon Pastor, hacer el espacio público más accesible e inclusivo y permitir los desplazamientos a pie y en bicicleta a través de esta infraestructura.
Según ha indicado el consistorio, la actuación es una deuda histórica de Barcelona con los vecinos de la calle de Santander y alrededores, que resuelve el problema de la existencia de un puente que sólo admite el paso de vehículos, mientras que la pasarela adyacente no es accesible para personas con movilidad reducida. Con las obras, lo que hasta ahora ha sido un muro entre los distritos de Sant Andreu y Sant Martí pasará a ser un nuevo puente accesible, seguro y permeable que promoverá el ir a pie y en bicicleta y hará de rótula entre barrios. El puente, además, será mucho más ancho que el actual.
Con la renovación también está previsto reducir sensiblemente la pendiente actual de la calle para hacerla accesible, con un máximo del 6%, y se plantará una cincuentena de árboles nuevos y parterres en todo el ámbito de actuación, se renovará la red de alumbrado y semáforos, la red de riego y los servicios y se instalarán puntos wifi. El proyecto ya ha sido aprobado inicialmente por la comisión de gobierno y ahora se inicia el proceso de licitación. La rehabilitación del puente se enmarca en el modelo de ciudad que se está desarrollando a través del plan Superilla Barcelona, que incluye actuaciones para recoser los barrios históricamente alejados por barreras y cicatrices urbanas. Se suma a otras intervenciones importantes en Sant Martí y Sant Andreu como la transformación de la avenida Meridiana.
Una iniciativa ciudadana que llegó al plenario
Esta reforma ha salido adelante también gracias a la movilización vecinal. El Plenario del Consejo Municipal aprobó por unanimidad en diciembre de 2019 una propuesta de iniciativa ciudadana para que el gobierno municipal empezara los trámites para el proyecto de construcción del puente. La iniciativa se pudo presentar gracias a las 4.458 firmas válidas que se habían recogido para pedir la rehabilitación, siguiendo lo que establece el Reglamento de participación ciudadana. Se impulsó a través de la comisión promotora, formada por la Associació de Veïns i Veïnes Sant Martí de Provençals, la Associació de Veïns i Veïnes Trajana, la Associació de Veïns La Palmera Centro, AVV La Pau i AVV Verneda Alta. Dos de los promotores la defendieron delante de los concejales y concejalas.