La caída de un árbol de grandes dimensiones en la calle Sardenya de Barcelona ha obligado a cortar la salida del túnel de Camèlies, en el distrito de Horta-Guinardó, a primera hora de la mañana de este miércoles. Después de permanecer la circulación cortada aproximadamente una hora, la Guàrdia Urbana ha informado de que el árbol se ha retirado y el tráfico se ha reabierto. El incidente habría tenido lugar poco antes de las ocho de la mañana, según informa la ACN. Al lugar se han desplazado varias dotaciones de Bombers de Barcelona y de la Guàrdia Urbana, así como miembros del servicio de limpieza municipal, que han trabajado en la zona para retirar el árbol.

Desde Parcs i Jardins apuntan a que el motivo de la caída podría estar relacionado con el hecho de que una parte del tronco estaba podrida, según informa Betevé. A pesar de todo, se analizará a fondo el motivo de esta cuida. En un primer momento, se puede descartar el viento, ya que había viento moderado cuando el árbol ha caído.

Más árboles caídos

El pasado martes, otro árbol cayó sobre un taxi a la altura del número 2 de la ronda de Sant Pere de Barcelona. El incidente se produjo hacia las 16.30 horas, cuando el árbol cayó entero sobre la parada de taxis, y afectó a uno de los vehículos que estaba estacionado, aunque sin ningún herido. Este no es el último incidente con árboles caídos en Barcelona. La capital catalana hace meses que registra este tipo de incidentes en varios puntos de la ciudad.

Este mismo mes, otro árbol cayó en la zona ajardinada de la avenida Mistral, en el barrio de Sant Antoni, y otro en el Bon Pastor. Una semana antes, cayó uno en Sant Antoni Maria Claret, en el distrito de Gràcia, ante la delegación provincial del Instituto de la Seguridad Social, entre la calle Bailèn y el paseo de Sant Joan. A finales de septiembre, de madrugada, cayó otro en la calle de Aragó, muy cerca del parque de Joan Miró. Sin embargo, el incidente más grave sigue siendo el de agosto, cuando una palmera mató a una chica en el Raval. Algunas de estas caídas están relacionadas con la sequía, que ha llevado a las plantas a una situación de estrés hídrico, es decir, de gran falta de agua. Todo ello ha debilitado a los árboles, haciendo que algunos no puedan ni sostenerse en pie. Así, hasta la fecha, se suman unas 155 caídas de árboles o palmeras en Barcelona durante los últimos meses, según datos oficiales del Ajuntament.