Nueva caída de un árbol en Barcelona. La madrugada de este jueves ha caído un árbol de grandes dimensiones a la calle de Aragón, a una altura bien próxima al parque de Joan Miró. Según ha adelantado betevé, los Bomberos de Barcelona ya han retirado el árbol siniestrado y han recogido las ramas que han quedado sueltas en la acera. No ha habido heridos y, de momento, se desconocen las causas del suceso. La de este jueves es la última caída de un árbol en Barcelona después de meses durante los cuales ha sido una constante: durante lo que llevamos de 2023, ya han caído al menos 155 árboles o palmeras a la capital catalana.
Más allá de siniestros por temporales, viento o lluvias, los expertos han apuntado que una causa directa de estos fenómenos es el estrés hídrico al cual están sometidos los árboles con motivo de la sequía que ha sufrido Catalunya durante los últimos dos años, que ha debilitado las raíces por la falta de agua. También puede deberse a hongos, como lo que cayó a finales de agosto en la supermanzana de Sant Antoni, o por raíces podridas, en caso de que llueva muy de golpe de forma puntual, y la tierra, más árida por la sequía, no absorba y filtre bien el agua.
El Ayuntamiento no lo ve excepcional
Después de unas 155 caídas de árboles o palmeras a Barcelona durante los últimos meses, según los datos oficiales del municipio, el Ayuntamiento de la capital catalana afirma que no caen más árboles que el resto de años y atribuye la cifra a los temporales puntuales de viento y lluvia, en tanto que unos 93 de estos árboles caídos lo han sido a causa de alguna tormenta o fenómeno meteorológico adverso. Mientras que también hay una parte importante de caídas a causa de golpes, accidentes de coche o cortes de raíces. El año pasado, en el 2022, cayeron un total de 203 árboles a Barcelona; de forma mayoritaria, también, por temporales.
Posibles consecuencias fatales
La caída de árboles, acentuada en los últimos meses en Barcelona, puede ser un fenómeno con consecuencias fatales. Prueba de eso es la triste muerte de una chica de 20 años que se tuvo que lamentar por la caída de una palmera en el Raval a principios de agosto. La chica paseaba por la plaza de Emili Vendrell cuando la palmera se rompió y se cayó, golpeando a la víctima, con consecuencias fatales. En consecuencia a este hecho trágico, el Ayuntamiento de Barcelona decidió evitar más riesgos y talar todas las palmeras datileras de más de 10 metros de altura que estén situadas en zonas con potencial peligro para los peatones, un total de 540.