En el tramo de la calle Balmes entre la plaza Molina y la ronda del General Mitre (en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona) ya están en marcha las obras de reurbanización, aprobadas el pasado abril, y que supondrán la pérdida de uno de los cuatro carriles de circulación existentes en la actualidad para ensanchar aceras y dar continuidad a la remodelación de esta calle desde la Gran Via hasta la plaza de Molina. Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona este martes, la intervención, ya iniciada, tendrá una duración de 15 meses con la previsión que finalicen en febrero de 2026 y supondrá una inversión de 7,6 millones de euros.
El objetivo de la intervención, según el consistorio, es el de continuar la transformación de esta calle para ganar espacio para los peatones, con aceras más anchas y más verde, y religar mejor los barrios de Sant Gervasi-Galvany y el Farró. La sección que se implantará será similar a los tramos inferiores de la misma calle que ya se han remodelado los últimos años, desde la Gran Via hasta la plaza de Molina, de manera que las nuevas aceras tendrán una anchura media de 4,35 m aproximadamente, en cada lado, así que crecerán en 1,90 m con respecto a la medida actual. Esta nueva configuración permitirá disponer de más espacio para el paseo y plantar unos 110 árboles nuevos en alineación.
Un carril menos de circulación
El ensanchamiento de aceras se hará a costa de reducir la calzada, que pasará de los 15 metros de anchura actuales a 11,20 metros, hecho que supondrá pasar de los cuatro carriles actuales -dos en cada sentido de circulación- a tres, con la siguiente configuración: dos de subida en sentido montaña –uno para el tráfico privado y uno compartido para buses y tráfico privado– y uno de bajada en sentido mar para buses y tráfico privado. Además, habrá un carril de servicios en la acera Besòs con unos 130 m lineales de reservas de carga y descarga, 147 plazas de aparcamiento para motos, 4 plazas de aparcamiento para vehículos de personas con movilidad reducida, paradas de bus y contenedores.
Todo el ámbito de obra estará delimitado con new jerseys de hormigón, y al mismo tiempo se implantarán blancos flexibles para separar los sentidos de circulación. En la primera fase de las obras, el lado Llobregat de la calle será ocupada por las obras, una ocupación que se irá moviendo de acuerdo con la evolución de los trabajos pero que en todo momento mantendrá al doble sentido de circulación, con dos carriles de subida y uno de bajada, tal como prevé la configuración final. En total, se renovará una superficie total de unos 15.000 m². El presupuesto de las obras es de 7,7 millones de euros, la previsión es que duren 15 meses y que estén finalizadas en febrero de 2026.
Para facilitar los desplazamientos se darán nuevos pasos de peatones en plaza Molina, en Sant Hermenegild-Copèrnic lado mar y en Pàdua lado montaña, y también se harán aceras pasantes en los cruces con la calle de Putxet, el de la calle de Sant Hermenegild-Copèrnic, y el de Francolí y Santjoanistes. Además, se renovará la pavimentación de todo el ámbito y se mejorará el sistema de recogida de aguas. Este proyecto de reforma de la calle de Balmes entre la plaza de Molina y la ronda del General Mitre actualiza uno de los dos tramos del proyecto ejecutivo que elaboró el Ayuntamiento entre 2017 y 2018, que comprendía la reurbanización de Balmes desde la plaza de Molina hasta la plaza de Joaquim Folguera.