La calle de les Jonqueres de Barcelona, que tiene un recorrido entre la Via Laietana y el extremo Besòs de la plaza de Urquinaona, a duras penas hace unos 150 metros de longitud, pero históricamente ha sido uno de los más transitados y grises de toda la ciudad. De golpe, sin embargo, la reurbanización de la Via Laietana lo ha convertido en un eje verde fuera de programa, una calle pacificada y con árboles que invita al paseo donde hasta hace cuatro días había una miniautopista que absorbía todo el tráfico ascendente de la Via Laietana, con el añadido de que la anchura de la calle Jonqueres es de diez metros, mientras que la de la Via Laietana es de veinte.
El resultado eran dos carriles de tráfico y dos aceras minúsculas en una calle gris y triste, donde los edificios hacía muchos años que habían perdido su color original a causa de la concentración de la polución. A pesar de eso, históricamente había sido una calle muy comercial, marcada por la existencia de la célebre Casa de las Mantas, un almacén de ropa del hogar inaugurado en 1940 que se ganó su espacio en la memoria popular de muchos barceloneses gracias a un insistente jingle radiofónico que recordaba que el establecimiento estaba en la calle Junqueras 5, al ladito de la Caixa y que sobrevivió hasta 2012.
Más modernamente, la calle había perdido cierto tirón comercial, en especial en la acera del lado Llobregat, marcado por una serie de edificios sin uso, mientras en la esquina Besòs mantiene su vitalidad, con algunos comercios de toda la vida, como La casa de las lámparas, ya en la esquina con la plaza Urquinaona. Asimismo, en esta calle había habido una de las últimas tiendas especializadas en máquinas de escribir, hoy desaparecida. Además, el continuo tráfico, sumado a la estrechez de la calle y la altura de los edificios, que todavía lo hacían más angosto, no invitaban precisamente al paseo y mucho menos a la estancia, porque no había ningún banco donde sentarse, ni tampoco árboles.
Movilidad definitiva
Este pasado gris y ruidoso, sin embargo, ya es historia. La reurbanización de la Via Laietana ya preveía pacificar la calle Jonqueres pero ahora ya es una realidad. Aunque todavía se sigue trabajando en la calle, donde en el marco de las obras se han encontrado restos arqueológicos, desde el viernes pasado que se aplica su movilidad definitiva con el tráfico restringido a vecinos, usuarios de un aparcamiento y carga y descarga además de servicios de urgencia, con una novedad, a partir de ahora el tráfico es de bajada con posibilidad de girar por la calle Ortigosa, que mantiene su sentido Besòs, o bien girar por la calle de Ramon Mas, ya en torno al Palau de la Música Catalana y destino a la calle de Sant Pere Més Alt.
Con el tráfico reducido a la mínima expresión imprescindible, una de las calles más evitadas por los barceloneses, cuando menos, por los peatones, empieza ahora una nueva vida como vía pacificada en que se podrá reivindicar como calle de primera. Eso sí, recuperar la calle para la ciudadanía no la salvará de los mismos peligros que ya sufren otras calles pacificadas, como el riesgo de la gentrificación y del aumento de los precios del alquiler, un aspecto que ya se vive en la calle Consell de Cent.
Nuevo carril bici en la Via Laietana
Asimismo, también ha quedado abierto el primer tramo del nuevo carril bici de la Via Laietana, entre la plaza de Antoni Maura y la plaza de Urquinaona, en sentido ascendente, es decir, en el tramo donde las obras ya están prácticamente finalizadas. El nuevo carril es unidireccional y discurre en sentido montaña. Está ubicado en el lado Besòs de la calzada y dispone de separadores para segregarlo del tráfico. Esta nueva vía ciclista enlaza con los tres nuevos tramos de carriles bici que se han habilitado en la plaza de Urquinaona y que también se han abierto, con el objetivo de facilitar las conexiones ciclistas en este punto de la ciudad.
Estas conexiones incluyen un carril bici unidireccional en sentido Besòs, situado en el lado izquierda de la calzada mar de la plaza; un carril bici unidireccional en sentido Llobregat, situado en el lado izquierdo de la calzada central de la plaza; y un carril bici bidireccional (mar/montaña) ubicado entre la ronda de Sant Pere y la Via Laietana. La entrada en servicio de estos nuevos itinerarios ciclistas permiten interconectar la Via Laietana, desde la plaza de Antoni Maura, con el resto de carriles bici que confluyen en la plaza de Urquinaona como el de Pau Claris, el de Roger de Llúria o el de la ronda de Sant Pere. En un futuro, cuando finalice la segunda fase de las obras de reurbanización de Via Laietana y se abra el tramo de abajo, el carril bici se podrá utilizar en sentido ascendente desde la plaza de Idrissa Diallo.