Según datos del 2022, unas 90.000 motocicletas aparcan mal en Barcelona cada día, de las cuales un 84% lo hace sobre acera en lugares donde no se puede hacer. Asimismo, en los últimos meses, la política del Ayuntamiento de Barcelona ha sido la de incrementar las plazas de aparcamiento para motos en calzada, como a medida que comportará liberar las aceras, y es este el motivo, por ejemplo, de las actuales intervenciones en las calles de Muntaner y Aribau, donde se elimina un carril de circulación para crear plazas de aparcamiento para vehículos de dos ruedas con el objetivo de hacerlas bajar de las aceras.
Esta estrategia, sin embargo, ha "fracasado", según señala la campaña Recuperem les vorerres, que en un nuevo embate ha dado a conocer un manifiesto impulsado por Catalunya Camina, ECOM, BACC, la Federació d'Associacions de Veïns, Eixample Respira, PTP, P(A)T y Revolta Escolar y firmado por más de un centenar de entidades, buena parte de ellas asociaciones de familiares de alumnos de centros escolares de la ciudad, reclama más "voluntad política para quitar las motos de las aceras". El texto, dado a conocer este jueves, asegura que estudios propios del mismo consistorio demuestran que no han funcionado las intervenciones para vaciar las aceras de motocicletas y que hay una ordenanza pendiente de aprobación desde abril del 2023 que podría incluir la prohibición.
"La moto contribuye de manera significativa a la contaminación del aire, es la principal fuente de ruido en la ciudad, el medio con más accidentalidad y que ocupa más espacio de peatones", señalan, para añadir que las entidades impulsoras se han reunido con los grupos municipales Trias per Barcelona, PSC, Barcelona en Comú y ERC para presentar y pedir apoyo a la inclusión a las ordenanzas de circulación de la prohibición de estacionar motos en las aceras y han indicado que "ninguno de los grupos políticos ha expresado voluntad de modificar la normativa". Tanto los grupos políticos como el mismo gobierno municipal se habrían inclinado, en estos encuentros con los impulsores de Recuperem les voreres en la necesidad de hacer campañas informativas y sancionadoras, así como al incrementar el estacionamiento en calzada.
Ahora bien, según las entidades impulsoras, "esta estrategia no ha tenido ningún tipo de impacto en la indisciplina a la hora de estacionar las motos", y a partir del informe "Evolución de la indisciplina de estacionamiento en la ciudad de Barcelona. Noviembre 2022 - febrero 2023" concluyen que "a pesar de las 13 campañas del Ayuntamiento para hacer cumplir la normativa y la creación de 25.000 plazas de aparcamiento para motos en calzada, desde 2016 la tasa de indisciplina de motocicletas en acera se mantiene en los mismos valores", y por eso piden la prohibición del estacionamiento en acera, estableciendo una moratoria de un año en la aplicación de la prohibición y permitir a las motocicletas el estacionamiento en espacios dedicados al coche, como zonas verde y azul y zonas de carga y descarga fuera de horario. Eso sí, según los mismos promotores, ninguno de los cuatro principales grupos políticos de Barcelona asume estas peticiones.