Unas 1.700 personas, según cifras de la Guàrdia Urbana, han salido a la calle este sábado en Barcelona para reclamar un "cambio de rumbo" que garantice un futuro "digno" a las nuevas generaciones y mostrar el rechazo al modelo turístico y económico actual. Bajo el lema 'Salut. Terra i Futur. Defensem el territori', diferentes colectivos juveniles han convocado esta protesta ecologista y anticapitalista, que ha arrancado en el Arc de Triomf y que ha recorrido algunas de las principales vías del centro de la capital catalana. "Es el momento de decir basta. Queremos un futuro digno y solo será digno si lo construimos nosotros", ha afirmado una de las portavoces, Júlia Roig, en declaraciones en la ACN.

La movilización, organizada solo un día antes de las elecciones europeas que marcarán el rumbo político de la Unión Europea durante los próximos cuatro años, ha pedido que se acabe con el "monocultivo turístico", el cual aseguran que "destruye la tierra, explota laboralmente y expulsa a los vecinos".

"La crisis ecosocial actual evidencia que la vida bajo el sistema capitalista es insostenible. El cambio climático ya es la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI", subraya el manifiesto de la protesta, que aborda diferentes cuestiones como la tierra, el modelo turístico y económico, la salud o la vivienda. "Han impuesto un modelo territorial entregado a generar beneficios por el sector turístico y logístico, desposeyéndonos de nuestros medios y centrando el modelo en la obtención de beneficios económicos para unos pocos. Propuestas como ampliaciones de puertos y aeropuertos, macroproyectos o construcciones de más carreteras y polígonos en medio de una crisis climática por parte de gobiernos que se declaran a favor de la sostenibilidad, demuestran una vez más que lo que prevalece es el beneficio de unos pocos por encima de todo", denuncian.

Manifestación 8J ecologista / EFE/ Quique García

Entre las demandas, los colectivos reclaman "acabar con el monocultivo turístico y las desigualdades territoriales", exigen "una nueva mirada sobre la tierra" y proponen "nacionalización de los sectores estratégicos y servicios públicos de calidad". Asimismo, piden detener "toda la producción y construcción innecesaria, la especulación con recursos básicos, y el crecimiento económico a costa de la destrucción de la tierra".