Unas 800 personas, según el Ajuntament de Barcelona, se han concentrado este martes ante el consulado británico de Barcelona para reclamar la libertad del periodista australiano Julian Assange, justo cuando empieza en Inglaterra una vista oral para decidir si lo extraditan a Estados Unidos, donde se arriesga a una larga condena por espionaje. Los manifestantes, que han cortado la avenida Diagonal durante una hora, han reivindicado también el derecho de la ciudadanía a una información veraz y el derecho de los periodistas a investigar y publicar sin tener que sufrir por ser encarcelados, o incluso morir, por su trabajo. El acto formaba parte de una convocatoria simultánea en una cincuentena de ciudades de todo el mundo, entre ellas Berlín, Buenos Aires, Londres, París, México o Washington. En la manifestación se han visto varias banderas independentistas y se han oído consignas a favor del periodista y de la libertad de prensa.
El futuro de Assange, en juego en un tribunal británico
El gobierno de Estados Unidos acusa al fundador de WikiLeaks de poner vidas "en riesgo" por haber publicado centenares de miles de documentos filtrados sobre las guerras de Afganistán e Iraq y de cables diplomáticos entre 2010 y 2011. El Reino Unido aprobó en junio de 2022 su extradición, una decisión adoptada por la entonces ministra británica del Interior, Priti Patel, después de que el Tribunal Supremo desestimara un recurso del periodista australiano. Ahora, el Tribunal Superior de Londres analiza la última petición de Assange, que pide permiso para poder volver a recurrir su extradición, argumentando que en EE.UU. no tendría un juicio justo.
Este martes, los jueces han escuchado los argumentos de la defensa, y el miércoles escucharán a la Fiscalía británica, en representación de la justicia estadounidense, y entonces emitirán un dictamen. Si se le concede la petición, el fundador de Wikileaks iniciará un nuevo juicio de apelación sobre aspectos del caso que la defensa no recurrió previamente en otro proceso. Si, en cambio, le deniegan la petición, será extraditado a EE.UU., donde lo acusan de hasta dieciocho delitos, por los que lo podrían condenar a una pena de hasta 175 años. Su mujer, Stella Assange, denunció públicamente que, de ser extraditado, "morirá". Assange, que se encuentra desde hace cinco años en prisión preventiva en el centro de alta seguridad londinense de Belmarsh, no ha podido asistir a la vista oral por el riesgo de que empeorara su estado de salud.