Desde que se quedó abierto el túnel de les Glòries en los dos sentidos en abril de 2022, que la parte de la Gran Via entre las calles Badajoz y Bilbao está pendiente de una urbanización definitiva que podría empezar a ver la luz a finales del 2024 si prosperan los planes que ha presentado el Ayuntamiento de Barcelona, que ha dado por finalizado el proyecto ejecutivo de urbanización que servirá para poner fin a una etapa de urbanismo táctico que ha ido desde los hamerreíres de vecinos y visitantes por el discutido diseño de los dibujos sobre el asfalto hasta la chapuza de las tirolinas que han creado más quebraderos de cabeza que diversión.
Hay que recordar que hace unas semanas el Ayuntamiento anunciaba en bombo y platillos la instalación de unas tirolinas en esta zona de la Gran Via, pensadas para diversión de los chiquillos y con el añadido de que eran adaptadas para que también pudieran disfrutarlas los niños con discapacidades, pero como ha pasado en otras actuaciones de urbanismo táctico, lo que era un espacio familiar durante el día se convirtió en una zona de ruidos durante la noche que provocó bastantes protestas vecinales por dificultades para dormir, hasta el punto que han forzado al gobierno municipal a bloquear las tirolinas durante la noche para impedir su uso nocturno.
Mientras continúa el bloqueo nocturno de las tirolinas, el gobierno municipal ha sacado adelante el proyecto definitivo, después de presentar uno ya hace más de un año y que los vecinos pidieran que aceleraran la ejecución para evitar pasar por la etapa de urbanismo táctico que finalmente no se han ahorrado y que, encima, los ha dejado sin dormir por culpa de las tirolinas. En todo caso, según ha informado el Ayuntamiento este domingo, ya está a punto el proyecto ejecutivo y en las próximas semanas se empezará a tramitar en la Comisión de Gobierno con la previsión de licitar las obras antes del final de mandato para poder iniciarlas a lo largo del primer trimestre del 2024. Es decir, que el proyecto y el calendario, que ya ha sido compartido con el vecindario del entorno, se forzará para poder dejarlo atado aunque haya un cambio de gobierno después de las elecciones. Con respecto a las tirolinas, no se descarta recuperarlas con el nuevo proyecto si se garantiza el silencio nocturno, o trasladarlas a otro lugar sin viviendas próximas.
¿Cómo quedará la Gran Via?
El ámbito de la Gran Via entre las calles de Badajoz y Bilbao, que queda por encima del túnel, supondrá la renovación de casi 70.000 m². El ámbito de intervención tiene unos 50 metros de anchura, donde se plantarán unos 450 árboles y arbustos que favorecerán la diversidad biológica y ayudarán a delimitar las zonas de juego y de estancia. En el lado donde hay los edificios de viviendas habrá una acera de 5,25 metros de anchura que se ampliará hasta 7,35 cuando no hay cordón de servicios, un carril en plataforma única que integrará el paso de bicicletas, el tráfico local y los vehículos de servicios.
En el otro lado, el del centro comercial, habrá una acera de 4 metros, un carril de uso local y bicicletas y un espacio para el tranvía desdoblado y buses en doble sentido. Por lo tanto, se priorizará la movilidad sostenible, los recorridos a pie y los usos ciudadanos, a diferencia de la configuración anterior a la puesta en marcha de los túneles, cuando había ocho carriles para vehículos. En el centro habrá un gran paseo de 21 metros de anchura que acogerá espacios de estancia con unos 200 bancos y sillas, zonas de juego, áreas de calistenia y zonas de mesas y pícnic, además de mobiliario lúdico como mesas de ping-pong, ajedrez y juegos infantiles.
Los cruces con las calles Sèquia Comtal/Llacuna, la rambla del Poblenou/Clot, Ciutat de Granada y los accesos al centro comercial, serán espacios amplios que favorecerán el paso, los usos lúdicos, sociales y deportivos y la conectividad con los barrios del entorno. Siguiendo el nuevo modelo de calle del siglo XXI, se utilizarán materiales con bajo impacto medioambiental. El uso de los pavimentos con colores claros permitirá disminuir el efecto de calor en verano. Además, se favorecerá la gestión del ciclo del agua, y el alumbrado será de proximidad y a escala humana. También se establecerán elementos de generación energética, como una gran pérgola fotovoltaica sobre la salida de los túneles de la Gran Via que funcionará como mecanismo de control visual y sonoro con respecto a la rambla del Poblenou y la Escola Casas.
El proyecto definitivo se ha elaborado a partir de la propuesta ganadora del concurso convocado por el Ayuntamiento para redactar el proyecto de urbanización del ámbito. Con el lema 'Arrelats al passeig', fue escogida en febrero del año pasado y es obra de la UTE formada por las sociedades ESTEYCO, S. A. – TRN TARYET, S. A. – JPAM Estudio de Arquitectura SLP. Desde entonces, el equipo redactor y los servicios técnicos municipales han trabajado en la redacción del proyecto ejecutivo, que ya está terminado. La urbanización se estructura en dos fases de intervención. En primer lugar, se licitarán las obras que corresponden al lado donde hay los edificios de viviendas.
Calendario previsto
Se prevé que estos trabajos se inicien durante el primer trimestre del año 2024 y se alarguen hasta a principios del 2025, con una inversión de 11,54 millones de euros. La segunda intervención corresponderá a la urbanización de la acera mar y al desdoblamiento de las vías del tranvía. Esta fase de obras se hará conjuntamente con la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) y una parte de la inversión, que se acabará de definir, irá a cargo de esta administración. Las obras empezarán cuando acabe la primera fase y se prevé que acaben en primavera del 2026, momento en que ya se habrá finalizado toda la reurbanización.