Con la llegada del frío estos primeros días de noviembre, la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB) ha renovado su petición para que se proceda a la prohibición de las estufas situadas en las terrazas de bares y restaurantes, una demanda que ya ha hecho anteriormente y que parte de la consideración de que intentar calentar la calle es una "absurdidad". Para la FAVB, que los veranos se alarguen cada año más es un efecto del cambio climático, y consideran que situar estufas -eléctricas o de gas- en el exterior solo servirá para tener gasto energético innecesario, por lo cual piden que se prohíba esta práctica cada vez más extendida en Barcelona.
Por medio de un comunicado, la FAVB ha recordado que ya denunció el año pasado que "una acción tan absurda como situar estufas -de gas o eléctricas- en las terrazas no tenía ningún sentido" y reclamó que estas estuvieran prohibidas con fecha de 1 de enero del 2023. Como la prohibición no tuvo efecto, ahora reclaman que la prohibición entre en vigor el 1 de enero del 2024, recordando que "fruto de la presión vecinal", en diciembre del 2022 el Plenario del Ayuntamiento consideró revisar los plazos de la prohibición de las estufas y avanzarla a enero de 2024, a través de un ruego presentado por el Grupo Municipal de ERC.
Ahora bien, a pesar de la buena disposición del gobierno municipal de aquel momento a estudiar la situación, de momento no hay ninguna señal que, efectivamente, a partir del 1 de enero se vayan a prohibir las estufas exteriores, más teniendo en cuenta que ha cambiado el gobierno municipal, con los socialistas en mejor sintonía con el Gremi de Restauració de Barcelona y que, en todo caso, la Ordenanza de Terrazas vigente prevé, por medio de la Disposición Transitoria sexta, que el 1 de enero de 2025 queden prohibidas las estufas de combustión, un extremo que, aparentemente, no afectaría a las estufas eléctricas. En todo caso, la FAVB alerta que "antes de que los restauradores empiecen a encargar o comprar estufas, es un buen momento para recordar este compromiso y, al mismo tiempo, insistir en como de inútil y contaminante es esta acción en las terrazas".
"Chaqueta y manta"
En su comunicado, la FAVB apunta que cuando llegue el frío del invierno, "los interiores de los locales están, en general, perfectamente preparados y aclimatados para hacerle frente", y, además, propone una solución sin gasto energético si se quiere estar en la calle: "Con la chaqueta y una manta en las piernas", tal como es habitual en ciudades europeas donde las temperaturas son más bajas que las de Barcelona, como Copenhague y París.