La forma actual del distrito de Gràcia proviene del año 1984, cuando el Ayuntamiento de Barcelona aprobó la vigente división de la ciudad en diez entidades, pero su origen se encuentra en el municipio independiente de Gràcia, que fue agregado a Barcelona en 1897. Con unos 120.000 habitantes, el territorio del actual distrito incorpora también espacios históricamente pertenecientes al municipio de Horta y sube más arriba de la ronda de Dalt. En contrapartida, el distrito perdió el territorio de Gràcia que forma parte del Eixample, ya que el límite entre este municipio y el de Barcelona se situaba en la actual calle Provença.
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El distrito está dividido oficialmente en cinco barrios, aunque algunos sean dobles, como es el caso de Vallcarca i els Penitents. El epicentro del distrito, en todo caso, se sitúa en el actual barrio de la Vila de Gràcia, núcleo del municipio histórico, que combina la vida de barrio con un espíritu moderno, espacio aglutinador de la vida social y cultural, rico en tejido asociativo y paradigma de un distrito que tiene el dudoso honor de ser el único de Barcelona donde el catalán es la lengua más utilizada. Si el distrito está formado por cinco barrios, aquí van cinco recomendaciones de puntos de interés, una por cada barrio.
Camp d'en Grassot y Gràcia Nova: la fuente ornamental más antigua
Como su nombre indica, el barrio está formado por dos núcleos, el Camp d'en Grassot, situado por debajo de la Travessera de Gràcia y con configuración de calles según el plan Cerdà, y Gràcia Nova, por encima de la Travessera de Gràcia y en torno a la calle Pi i Margall, recientemente pacificado. También pertenece a este barrio el tramo superior del paseo de Sant Joan, y en el cruce de esta vía con la calle de Còrsega se encuentra la Font d'Hèrcules, catalogada como bien cultural de interés local y que es la fuente ornamental más antigua de Barcelona, ya que fue colocada en 1797, eso sí, en un emplazamiento diferente, el desaparecido paseo de la Esplanada, junto a la Ciutadella. En 1928 fue trasladada a su ubicación graciense.
El Coll: Un chillida espectacular
El barrio del Coll incluye la colina del mismo nombre y toda la hondonada que lo separa de la colina del Carmel, conformando un vecindario de calles en pendiente siguiendo el curso de la antigua riera del Farigola. La colina del Coll es su principal zona verde, con el parque de la Creueta del Coll situado en una antigua cantera. Además de un estanque que se convierte en piscina infantil en verano, en el parque se encuentra la obra de Eduardo Chillida más espectacular de las tres que tiene en Barcelona, 'Elogio del agua', una monumental escultura de hormigón suspendida por enormes cables de acero que recrea el mito de Narciso, enamorado de su propio reflejo en el agua.
La Salut: Un barrio con patrimonio mundial
Situado en la vertiente mar de la colina del Carmel, este barrio toma el nombre de la ermita de la Virgen de la Salud, pero el gran activo, y al mismo tiempo el gran quebradero de cabeza de los vecinos, es la existencia en su territorio del Park Güell, así como el acceso principal por la calle Olot. Eso hace que un barrio eminentemente residencial y alejado del centro reciba la presión diaria de miles de turistas que quieren visitar este parque de Antoni Gaudí. También es cierto que no todos los barrios pueden vanagloriarse de tener un patrimonio mundial de la UNESCO dentro de sus límites, y todavía menos uno de la significación del Park Güell.
Vallcarca i els Penitents: Un viaducto monumental
Como su nombre indica, este barrio tiene dos núcleos diferenciados, el de Vallcarca, situado entre la colina del Coll y la del Putxet, y los Penitents, por encima de la ronda y ya en la falda de Collserola. Ahora bien, si un elemento llama la atención de este barrio es el viaducto de Vallcarca, un monumental puente inaugurado en 1923 para salvar el desnivel de la antigua riera de Vallcarca -actualmente avenida de Vallcarca- entre las dos colinas, la del Coll y la del Putxet, que rodean este barrio, conectando la avenida de la República Argentina con la plaza Mons. Está catalogado como Bien Cultural de Interés Urbanístico.
Vila de Gràcia: Epicentro del epicentro
El barrio de la Vila de Gràcia es el núcleo histórico del distrito y el epicentro de la vida social y cultural. Destaca por su urbanismo de calles estrechas y rectilíneas y sus plazas, entre las cuales destaca la plaza de la Vila de Gràcia, epicentro del epicentro, donde se encuentra el Campanar de Gràcia, que tiene la característica de ser un campanario civil y no religioso. En la misma plaza se encuentra la sede del distrito, ubicada en el edificio que anteriormente había hecho las funciones de ayuntamiento del municipio independiente de Gràcia. Construido a mediados de siglo XVIII, fue reformado en 1905, fecha de la cual proviene la fachada actual, que sustituyó la original.