El anuncio de la marcha de las monjas clarisas del monasterio de Pedralbes ha provocado la reacción de un centenar y medio de vecinos, que este miércoles por la noche se han reunido en una concentración para reclamar que se queden y exigiendo a la orden de las clarisas que encuentre soluciones alternativas. De hecho, los organizadores han hecho llegar cartas al papa Francisco, al cardenal-arzobispo Joan Josep Omella, y al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, pero han lamentado la respuesta fría de sor Clara, responsable de las clarisas y abadesa de Vilobí d'Onyar, que les ha dado como respuesta un jarro de agua, fría.

Así lo han explicado Sarai Roman y Rosa Maria Prat, dos de las impulsoras de la campaña por la permanencia de las monjas, que destacan que se han sentido ignoradas por parte de la responsable de las clarisas, "la respuesta de ella es que no nos ha dado ninguna respuesta y que no nos dará ninguna explicación". Hay que tener en cuenta que las monjas, aunque habrían expresado su deseo de quedarse, han hecho voto de obediencia y, por lo tanto, tendrán que hacer los que los manden desde su congregación. Con respecto a la concentración, se ha hecho de manera silenciosa pero con un breve parlamento en defensa de la permanencia de las monjas y el canto de una versión libre de 'Frere Jacques' dedicado a las monjas y al deseo de que se queden, además de hacer un llamamiento a insistir en ello el 12 de febrero, día de Santa Eulalia, cuando se prevé la visita de la corporación municipal.

 

 

Si no hay cambios, se marcharán en febrero

De hecho, la intención actual de la orden de las clarisas es trasladar a las tres monjas que todavía residen al monasterio de Pedralbes en febrero, probablemente una vez pasada la festividad de Santa Eulalia, el día 12, cuando es tradicional la visita de la corporación municipal encabezada por el alcalde que, además, este año tendrá una significación especial, visto que podría ser la última con monjas residiendo en el monasterio de forma permanente. Sor Inmaculada, sor Pilar y sor Isaura, de 90, 73 y 66 años, respectivamente, son las tres únicas monjas clarisas que todavía viven allí, pero está previsto que en unas semanas se instalen en el monasterio que la orden de Santa Clara tiene en Vilobí d'Onyar (la Selva), en lo que sería un punto final a 700 años de relación con Barcelona.

Monjas pedralbes / Foto: Carlos Baglietto
Foto: Carlos Baglietto

Esta relación se inició en 1327, cuando la reina Elisenda de Montcada, esposa de Jaime II, fundó el monasterio, y se consolidó en 1357, cuando la misma reina solicitó al Consejo Barcelonés que pusiera bajo su especial protección el monasterio y su comunidad. Todavía más, el año 2022, ayuntamiento y clarisas firmaron un acuerdo de colaboración de una duración inusitada en otros ámbitos, 75 años, prorrogables a 75 años más. Esta larga relación, además, se concreta cada año cuando, alrededor de Santa Eulàlia -que será dentro de pocos días, el 12 de febrero-, la corporación municipal visita el monasterio, tradicionalmente para pedir que no llueva, aunque los últimos años y a causa de la sequía, la petición ha sido justo la contraria. También es una tradición muy barcelonesa que las parejas lleven huevos a las monjas para pedirles que no llueva el día de su boda.