Cuando todavía falta un año y cuatro meses para las próximas elecciones municipales, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha tenido la oportunidad este martes de dar explicaciones de todos los frentes que tiene abiertos, empezando por la querella por presunta corrupción que la obligará a declarar ante el juez en calidad de investigada el próximo 4 de marzo. Quitando importancia a una querella que la acusa de los graves delitos de prevaricación, fraude en la contratación, malversación de dinero público, tráfico de influencias y negociaciones prohibidas, Colau no ha querido dar respuesta clara a la pregunta de si repetirá como candidata a la alcaldía en las elecciones de 2023 y se ha limitado a emplazarse a dar respuesta en mayo.
Ha sido en una nueva edición de 'La alcaldesa responde', el encuentro anual del líder del gobierno municipal de Barcelona con el Colegio de Periodistas, donde el decano de la entidad, Joan Maria Morros, ha puesto todos los temas calientes sobre la mesa, desde la querella hasta los malos resultados del Barómetro municipal, donde suspende la valoración personal, pasando por los principales problemas de la ciudad, como la inseguridad, la vivienda y la limpieza. A pesar de no ser un buen momento para la alcaldesa, suspendida en el Barómetro, Colau se ha esforzado en dar respuestas en positivo, empezando por la cuestión más caliente de los últimos días, la querella por presunta corrupción.
Colau ha respondido a las preguntas del decano del Colegio de Periodistas / Sergi Alcàzar
En este aspecto, Colau ha apuntado que está dispuesta a tener la "máxima colaboración" con la justicia y se ha mostrado segura del "escaso recorrido jurídico" de la demanda pero ha apuntado a una "cierta mala fe procesal por parte de los denunciantes" y ha señalado, una vez más, al denominado 'lawfare' de estar detrás de las acusaciones. De hecho, ha vinculado a la demanda a las grandes corporaciones del sector del agua, contrarias según ella al hecho de que el Ayuntamiento de Barcelona cuestione la gestión privada del agua y apuntando que la capital catalana no será "ni la primera ni la última ciudad que se enfrente a eso". Y como ya había hecho anteriormente, ha negado incumplir el código ético y ha descartado dimitir.
Responde Artadi: "Es un error plantear un plebiscito"
Con respecto a la posibilidad de que repita como candidata de Barcelona en Comú a las elecciones municipales fijadas para el mes de mayo del 2023, incumpliendo el compromiso inicial de no presentarse a más de dos mandatos, Colau ha señalado que todavía "no es el momento" de tomar esta decisión, y ha asegurado que será "en mayo, cuando quede un año" cuando se planteará en el ámbito organizativo quién será el candidato. Es decir, ni ha renunciado a presentarse ni ha confirmado que lo hará. Eso sí, ha afirmado que ahora es el momento "de ejercer de alcaldesa y no de estar haciendo campaña electoral".
Con todo, sí que se ha referido a una de las posibles rivales en mayo del 2023, la presidenta del Grupo Municipal de Junts por catalunya, Elsa Artadi, que este martes mismo ha formalizado su candidatura a las primarias y que, en declaraciones en elnacional.cat, aseguró que las elecciones serían "un plebiscito sobre Colau". "Es un error plantearlo así", ha afirmado Colau, porque "la ciudadanía ve que no se trata de personas sino de proyecto de ciudad". "Siempre oigo a la señora Artadi hablar mucho de mí pero no sé qué propone para la ciudad de Barcelona", le ha reprochado.
Un momento de la intervención de la alcaldesa de Barcelona / Sergi Alcàzar
Colau, que ha contado con la presencia, entre otros, de miembros de su equipo de gobierno como los comunes Jordi Martí, Laura Pérez y Pau González y los socialistas Jaume Collboni y Albert Batlle, ha insistido que a pesar de los malos resultados del Barómetro, el ayuntamiento es la administración que mejor parada sale en comparación con la Generalitat y el Gobierno español, y ha insistido en dar una imagen del hecho que más allá "de escuchar los barómetros", lo que hace falta es "dejar la polarización atrás". En este sentido, ha afirmado que ha notado el cambio a la Generalitat, asegurando que tiene una "mejor relación institucional con el president Aragonès que con el president Torra".
"Dudas" sobre los Juegos Olímpicos
Otros aspectos que han tenido su salida han sido los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, donde Colau ha mantenido que tiene "dudas" sobre la viabilidad del proyecto, en especial con respecto a su "sostenibilidad" y en todo caso ha emplazado a los gobiernos español, catalán y aragonés a explicar el proyecto y proponer cuál tendría que ser el papel de Barcelona. Con respecto a la inseguridad, la limpieza y la falta de vivienda, principales problemas de la ciudad, la alcaldesa ha defendido la gestión municipal. "Los datos de delincuencia se han reducido", ha afirmado Colau, que con respecto al Puerta a puerta ha querido recordar que "es un mandato de la Unión Europea que tiene que cumplir todo el mundo". También ha defendido que Barcelona es "la ciudad que más vivienda social construye".