Después que a principios de febrero la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, diera a conocer en un acto mediático los principales ejes del nuevo contrato de limpieza, presentado como solución a los anteriores problemas de suciedad que ha experimentado la ciudad, a lo largo de este fin de semana continúa la política de gestos con una exposición que tras la intención de dar a conocer a la ciudadanía como serán los nuevos vehículos esconde también la necesidad de escenificar de cara a la galería que el consistorio está actuando con supuesta celeridad ante el persistente problema de la suciedad. Aunque los nuevos vehículos no entrarán en servicio, parcialmente, a partir del 7 de marzo, la gesticulación va por delante.

Así, este fin de semana en el paseo de Lluís Companys, justo debajo del Arc del Triomf, se ha instalado la muestra 'Cuidem Barcelona', unas "jornadas ciudadanas" según el ayuntamiento, orquestadas con la voluntad que los visitantes puedan "conocer mejor las tareas de limpieza y cuidado de la ciudad", con exposición de los nuevos tipo de vehículos y contenedores que, a partir del mes próximo se podrán ver sobre el terreno, pero de momento sólo en cinco distritos, Ciutat Vella, Eixample, Gràcia, Sant Andreu y Sant Martí, mientras que los otros cinco tendrán que esperar a pasado el verano, ya que no se activará la nueva contrata hasta a principios de septiembre.

Contenedores más bajos

De hecho, esta 'expo' ha servido también para lucimiento del concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, que ha aprovechado este sábado para dar a conocer los nuevos modelos de contenedores, con un diseño "más flexible y adaptado a las necesidades y a los cambios que vivo la ciudad". En primer lugar, se ha resuelto un problema casi histórico, el de su altura. Los nuevos serán más bajos para mejorar la visibilidad de los peatones y, por lo tanto, una ganancia en seguridad. También tendrán diferentes medidas para adaptarse a las necesidades de cada territorio y, por último, tendrán bocas calibradas en el residuo que se tira. Además, los contenedores de orgánica estarán preparados para introducir sistemas de identificación de usuarios y otros mecanismos asociados a la apertura y cierre de las tapas para acompañar el proceso de cambio hacia sistemas individualizados de recogida en Barcelona.

Los nuevos contenedores son más bajos y accesibles / AjBCN

La otra novedad con respecto a los contenedores es la nueva distribución. Se aumenta en un 25% los contenedores de selectiva para favorecer la correcta separación de residuos. Además, también se cambia la agrupación de los contenedores. Los de orgánica estarán situados con los contenedores de selectiva, es decir, con los de papel y cartón, plástico y cristal y, por lo tanto, dejará de estar, en la medida del posible según la zona, con los contenedores de la fracción rechazo. La nueva agrupación de contenedores también permite optimizar y liberar espacio público. En este sentido, a finales del año pasado ya se hizo una prueba piloto de nueva distribución de contenedores en Fort Pienc y la Dreta de l'Eixample y el resultado fue un aumento de la recogida selectiva.