Después de la victoria de los talibanes en Afganistán, Barcelona se prepara para la probable crisis humanitaria que llegará pronto. La alcaldesa Ada Colau ha anunciado este martes que la ciudad ya dispone de cincuenta plazas preparadas para acoger personas refugiadas afganas, en especial mujeres y niñas.

Colau ha asegurado que ya ha comunicado "humildemente" al Ministerio de Inclusión Social, Seguridad Social y Migraciones la predisposición del Ayuntamiento de Barcelona para acoger refugiadas, según ha asegurado en declaraciones en Rac1 y en Catalunya Ràdio. "Nos han agradecido el ofrecimiento y ahora esperamos su respuesta", ha indicado.

"Queda mucho para hacer"

La alcaldesa ha hecho este anuncio después de que la petición del concejal de ERC Ernest Maragall: "adoptar, desde Barcelona, iniciativas efectivas e inmediatas" para favorecer la situación de los afganos que sufrirán otra vez el "régimen del terror". Sin embargo, el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, ya aseguró ayer que la ciudad estaba "lista para acoger refugiados que escapan del fundamentalismo a Afganistán, especialmente mujeres y niñas". El Govern, sin embargo, todavía no sabe cómo funcionará el asilo: "Estamos definiendo las condiciones de acogida, a cuántas personas podemos recibir y sus perfiles. Ahora mismo no podemos decir a cuántas personas acogeremos, porque estamos trabajando a poder ofrecerlos una vida digna", ha dicho la consellera de Igualtat i Feminismes, Tània Verge, este martes en Catalunya Ràdio.

"Barcelona es una de las ciudades que tiene más servicios específicos de asilo", ha reivindicado Colau, aunque "queda mucho por hacer" porque "la respuesta humanitaria no es suficiente" en Afganistán. "Hace falta diplomacia. La comunidad internacional tiene que actuar y preocuparse solo de evacuar a sus diplomáticos", ha asegurado. La alcaldesa, además, tiene muy claro de quién es la culpa: "La intervención de los Estados Unidos en Afganistán ha sido una vergüenza".

Cuarto aniversario del 17-A

Colau asiste este martes al homenaje a las víctimas del 17-A, un "acto de conmemoración para acompañarlas y decirlas que no olvidamos este dolor". Sobre si ya se ha hecho justicia en este caso, la alcaldesa ha insistido en el hecho de que "la sentencia ha dejado una sensación ambivalente". "Por una parte, se reconocen muchas más víctimas de las originales. Pero por otra parte, como los responsables directos del atentado murieron, las personas que fueron a juicio no han sido acusadas de homicidio", ha explicado.

"La administración tiene que hacer autocrítica", ha dicho sobre las indemnizaciones a las víctimas. En este sentido, ha cargado en especial contra la Generalitat, "para que cuatro años después todavía no haya ningún tipo de dispositivo que ayude a las víctimas". "Durante años y años hemos oído hablar mucho en este país de las víctimas del terrorismo y de cómo se han utilizado políticamente. Pensaba que por eso habría mejores herramientas para acompañar a las víctimas", ha añadido.

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Jordi Cuixart y Ada Colau durante la pitada que recibió a la alcaldesa en las fiestas de Gracia / Carlos Baglietto

La alcaldesa también ha hablado sobre el episodio que protagonizó en las fiestas de Gracia, cuando lloró después de ser silbada. "Estoy acostumbrada a recibir críticas. Pero una cosa es que critiquen lo que digo, otra cosa es que no me quieran dejar hablar", ha lamentado. Al mismo tiempo, ha agradecido la presencia de Jordi Cuixart al pregón: "Representa el diálogo, reivindiqué su presencia como una muestra de diálogo y reencuentro".

Finalmente, ha vuelto a criticar la posición del Gobierno y del Estado español sobre la ampliación del Prat, tanto por la falta de transparencia como por la falta de garantías ambientales. Igualmente, ha asegurado que no hay ningún problema si existen discrepancias entre los comunes y sus socios de gobierno, el PSC: "Las discrepancias también existen entre JxCat y ERC", ha añadido.

 

Imagen principal: La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a las fiestas de Gracia / Carlos Baglietto