La alcaldesa Ada Colau ha decidido recurrir a los pisos-contenedor, es decir, a habitáculos prefabricados de tipo industrial, para paliar el fracaso del gobierno municipal en la creación de vivienda social en Barcelona. Los 4.000 pisos sociales de nueva construcción que Colau prometió en la campaña electoral se pueden reducir a menos de 400, según fuentes consultadas por El Nacional.
La nueva apuesta es el proyecto Allotjaments de PROximitat Provisionals (APROP) que han presentado este miércoles la alcaldesa, la teniente de alcaldía de Drets Socials, Laia Ortiz, y el concejal de Habitatge Josep Maria Montaner. Se empezará por 3 pruebas piloto que proporcionarán 92 alojamientos en Ciutat Vella, Sant Martí i Sants-Montjuïc para unas 250 personas. El presupuesto es de 5,3 millones de euros. Se tratará de viviendas "temporales", "innovadoras" y "de alta calidad", ha precisado Colau.
La iniciativa, que imita experiencias de otras ciudades europeas y de Estados Unidos, quiere reforzar las políticas de vivienda ante el déficit de promociones públicas de alquiler asequible a un año vista de las próximas elecciones municipales.
Las viviendas prefabricadas —que desde la oposición se han comparado con los barracones escolares— son rápidas de instalar. Podrían estar disponibles en un plazo de nueve meses, es decir, antes de que se celebren los próximos comicios.
El problema de la vivienda sigue siendo la gran asignatura pendiente del mandato de Colau, quien, precisamente, consiguió ganar las elecciones municipales y alcanzar la alcaldía al frente de la PAH, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
La persistencia de los desahucios —la mayoría de los cuales es consecuencia, ahora, de la burbuja de los alquileres— o fenómenos como el de los narcopisos cuestionan de raíz el ambicioso programa de vivienda social de Colau.
Durante la campaña electoral, Colau prometió incrementar el parque de vivienda social municipal en 8.000 unidades, la mitad en suelo municipal y la otra mitad mediante el rescate de pisos vacíos. La promesa de la líder de BComú se trasladó al Pla pel Dret a l'Habitatge 2016-2025, que, presentado ahora hace un año, prevé crear en una década unos 18.500 pisos públicos.
En el quinquenio 2016-20 la previsión era que el Patronat Municipal de l'Habitatge (PMHB) acabara 3.541 viviendas, a las cuales se sumarían 1.605 realizadas por otras vías (cooperativas y otros) y 2.950 ya existentes movilizadas hacia el alquiler asequible. En total, 8.096 pisos con precios inferiores a los de mercado. En la segunda fase (2021-25) se prevé obtener 12.393 más.
Montaner ha asegurado este miércoles que actualmente están en marcha 66 operaciones constructivas que permitirán crear 4.400 pisos, de los cuales 1.500 estarán acabados a finales de mandato.
150 pisos en 2016
Ahora hace un año, el equipo de gobierno aseguró que ya había conseguido movilizar más de 1.097 pisos hacia el alquiler asequible. Con respecto a la obra nueva, el Ayuntamiento cerró el 2016 con una primera promoción de 150 pisos, en la Barceloneta; tenía 547 en construcción (10 promociones) y preveía iniciar obras entre el 2017 y el 2018 de 1.264 pisos más con 16 promociones. Estas cifras ya quedan lejos de los objetivos de la primera fase del plan de vivienda, según el cual se tendrían que entregar cerca de 1.300 pisos sociales por año. De hecho, las cifras reales —pisos acabados y entregados— aún pueden ser más negras.
El cálculo que hacen otras fuentes que siguen de cerca la evolución de la política municipal de vivienda es que en el trienio 2015-17 se iniciaron en Barcelona 326 viviendas en 8 promociones, de las cuales, 91 (2 promociones) las empezó el alcalde Xavier Trias. Por lo tanto, en la etapa Colau, sólo habrían empezado las obras de 235 viviendas entre mayo del 2015 y diciembre del 2017.
Con respecto al bienio 2018-2019, las fuentes cifran en sólo 243 viviendas (6 promociones) las que tienen proyecto; 862 más previstas no cuentan con él y hay dudas en algunos casos sobre disponibilidad de suelo. En resumen, Colau sólo entregaría 326 viviendas al final del mandato, de las cuales 91 fueron iniciadas por su antecesor, el alcalde Trias.
40 viviendas por año
Fuentes políticas del ayuntamiento, sin embargo, todavía reducen más las cifras. Así, desde mayo del 2015 hasta enero del 2018, el Institut Municipal de l’Habitatge de Barcelona habría adjudicado únicamente 3 promociones, con 106 viviendas. En concreto, 44 pisos de alquiler para personas mayores, 36 para familias vulnerables y 26 de alquiler asequible.
De acuerdo con estos datos, la ratio de la etapa Colau sería de 40 viviendas sociales acabadas por año, muy lejos de los 1.000 de la etapa del alcalde Jordi Hereu, o de las 300 de Xavier Trias, en pleno estallido de la crisis. De acuerdo con el informe del estado de la ciudad del 2017, en diciembre había 59.568 personas inscritas en la lista de espera del registro de vivienda de protección oficial. Tendrían que esperar 1.490 años por término medio para obtener piso.