La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, está de gira por Italia. En la previa de las elecciones municipales de este país para los próximos 3 y 4 de octubre, Colau ha participado de diferentes actos y conferencias de sus homólogos de partido italianos.
En una conferencia —liderada por el candidato socialista al ayuntamiento de Roma, Roberto Gualtieri, del Partido Democrático (PD)—, Colau ha expresado sus intenciones más inmediatas para Barcelona. La alcaldesa ha enviado un mensaje 48 horas después de ser liberados los principales peajes de competencia estatal que restaban en activo en Catalunya: "La zona de bajas emisiones es insuficiente, por eso miramos con interés la medida del peaje urbano".
No es nueva la idea pero sí ha aprovechado para reforzarla precisamente ahora, aprovechando el contexto de la liberación del pago de las autopistas. Nada acaba de estar concretado pero el gobierno Colau ya lleva meses lanzando mensajes sobre los futuros nuevos impuestos que quiere implementar para entrar o vivir en Barcelona.
La explicación, según Colau, radica en la "necesidad de poner en el centro de la política a las personas" y ha vuelto a reiterar que "mil personas al año mueren por contaminación". Un dato que nunca ha citado de dónde lo ha sacado ni lo ha desarrollado con el objetivo de entender la interpretación de la cifra y a qué ciudadanía afecta.
Sanz critica la gratuidad de las autopistas
En paralelo, la concreción de este nuevo peaje la ha dado la teniente de alcalde, Janet Sanz, política de confianza del núcleo más próximo a Colau. La teniente de alcaldía de Infraestructuras y Movilidad de Barcelona insta a la Generalitat a concretar una "propuesta realista, realizable y que se pueda aplicar como antes mejor" de gestión pública de las infraestructuras y ha defendido un modelo que incorpore "el pago por uso" de las autopistas y autovías para desincentivar la circulación. Y ha asegurado que tienen prisa: "Vamos un poco tarde. Me hubiera gustado que el 1 de septiembre tuviéramos un modelo claro", ha afirmado la teniente de alcaldía, que ha criticado que se generen expectativas de poder utilizar las autopistas porque son gratuitas mientras eso agrava el problema de contaminación.
Sanz ha señalado que si bien la liberación de los peajes sitúa a Barcelona bajo una presión "extraordinaria", el problema no es solo de la ciudad, sino de toda Catalunya y ha pedido a la Generalitat un planteamiento global y concreto para "dotar de infraestructuras públicas que promuevan una movilidad sostenible con respecto al transporte privado, que ahora se puede generalizar". En su propuesta, Sanz lanza un aviso si siguen los comunes al frente del consistorio: "La gestión pública no pasa porque se acaben los peajes y todo el mundo haga lo que quiera".
A pesar de los mensajes lanzados, Sanz ha querido matizar la interpretación de este pago. A través de Twitter ha recriminado a betevé, precisamente la televisión pública del consistorio que lidera, el titular sobre el retorno de los peajes para entrar en Barcelona: "Este titular no es correcto. Barcelona no quiere que se vuelvan a instalar los peajes. Lo que pedimos es que la Generalitat lidere la gestión pública de las vías de alta capacidad para evitar más contaminación en Barcelona. La prioridad tiene que ser el transporte público para toda Catalunya". Aunque en su discurso, no ha citado la mejora del transporte público o la iniciativa de nuevas medidas.